El salto adelante del Haro
En una jornada cargada de regresos al trabajo (Lacalzada, Calasancio, Agoncillo, Alberite, Alfaro y Náxara iniciaron ayer su puesta a punto), el Haro de la 2018-19 también echó ayer a rodar en El Mazo.
Lo hizo con cambios en la dirección técnica (Aitor Calle toma el relevo de Julio Aranzubía, que continúa ligado a la entidad como director deportivo) y en la plantilla pero con el objetivo de siempre: pelear por el ascenso a Segunda B.
La meta no cambia aunque el conjunto blanquinegro ha crecido en ambición con respecto a la temporada pasada, en la que el Haro acabó en cuarta posición. Así lo entiende Julio Aranzubía, responsable de la conformación de la plantilla junto al técnico vizcaíno: «Ha sido un mes y medio de mucho trabajo pero estamos contentos con lo que hemos firmado». «Creo que hemos acertado», proseguía, «y aún faltan dos hombres de banda para hacerlo mejor que el año pasado». El Haro cuenta con 18 fichas, 5 de ellas sub’23.
Aunque el equipo ha perdido seis jugadores importantes (Álex Conde se ha marchado a la Segoviana; Montori, al Cirbonero; Iosu y Asier Molinos buscan destino mientras que Javi Pérez y Luigi dejan el fútbol), Aranzubía cree que la plantilla ha ganado en profundidada para pelear por un ‘play off’ que, pese a la ausencia del Calahorra, seguirá estando cara.
En El Mazo, ayer se estrenaron Fermín Sobrón (UDL), Facundo Gallardo (Lucena), Mikel Bueno (Amurrio), Iván Arana (sub’23 del Amorebieta) y, sobre todo, Óscar Liébana, que regresa a casa después de militar la últi






