El Graccuris hizo las cuentas, entorno a los 30.000 euros. Vio que no le salían y decidió apartarse. No quemarse. El conjunto alfareño fue el campeón de la Tercera riojana, pero por motivos económicos ha renunciado a lo que ha logrado en la pista.
La entidad buscó los apoyos necesarios, pero no quería endeudarse, que le pasara como hace dos cursos cuando estuvo en Segunda B. Por eso, como primera medida, no se inscribió en la nueva categoría -el plazo finalizó el viernes 15 de junio-. Todo un acierto. De haberlo hecho y no salir, el descenso a la Autonómica sería un hecho.
El club riojabajeño confía en aunar esfuerzos durante la próxima campaña y así poder estar en Segunda B si vuelven a ser los mejores en la Tercera riojana. Es la idea.
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