El edificio estatal de la calle Doctores Castroviejo no se estrenará hasta 2019
Bárbara Moreno / Logroño
El nuevo edificio del Estado ubicado en La Rioja, es decir e el inmueble de Doctores Castroviejo y ex-Jefatura de Policial, no se estrenará hasta principios de 2019. Así lo han asegurado desde la Delegación de Gobierno en La Rioja, a pesar de que en junio el anterior delegado Alberto Bretón hiciera una visita al inmueble concluido en una especie de inauguración.
Desde la Delegación explican que en realidad en junio el edificio no estaba para nada concluido y que no solo le falta todo el equipamiento interior sino cosas «tan básicas», como los contratos de seguridad y limpieza. «Se está haciendo ahora lo que no se había hecho antes», detallan. Y es que las cuatro direcciones generales del Estado que pasarán a trabajar en este edificio tienen que llegar a convenio para distribuir precisamente esos contratos de Seguridad y Limpieza.
El Estado ha recibido la obra, y hasta 2019 no se podrán trasladar allí los trabajadores, así que no entienden ‘la inauguración’, que hizo el anterior delegado en junio.
El nuevo edificio acogerá la nueva sede de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa), el servicio de Dirección Territorial de Comercio y el Servicio Público de Empleo Estatal SEPE, con sus 80 empleados, que pasarán a trabajar allí. De esta forma, se centraliza en un mismo inmueble tales servicios y al ciudadano le evitan desplazamientos. Con este inmueble se van a ahorrar los alquileres de los locales que ahora ocupan las sedes estatales citadas, y que en total suponen 215.000 euros al año. En realidad, con el ahorro de los alquileres la obra se va a amortizar en 10 años (han costado 2,21 millones de euros).
Pionero en ahorro energético
Se trata además de la primera edificación pública que será pionero en ahorro energético y sostenibilidad. Ahorrará el 93% de consumo energético con respecto al anterior edificio. Y es un proyecto piloto, porque sus resultados de ahorro energético se monitorizarán en los primeros dos años para estudiarlos e implantar estas soluciones en otros edificios públicos. Y es que por ejemplo el jardín vertical mejora la calidad del aire del entorno, el aislamiento térmico y el aprovechamiento del agua de lluvia y la reutilización de las aguas grises (con las que se regará la jardinería y las cisternas de inodoros). También hay un sistema de control de iluminación en función de la luz natural que ahorrará el 55% de luz.






