«El Defensor del Pueblo podría ser una figura a rescatar»
Gustavo Basurto / Logroño
Cuando Raquel Romero Alonso (Logroño, 1982) habla de la Oficina de Retorno, uno de los ejes de su Consejería, lo hace con conocimiento de causa. La consejera de Participación, Cooperación y Derechos Humanos ha vivido en los últimos diez años en Alemania, y se considera una «retornada». Romero, diputada de Podemos y única consejera de la formación morada en el Ejecutivo de coalición de Concha Andreu, ha visto este pasado verano cómo el foco informativo gravitaba en gran medida en torno a su persona con motivo de una procelosa negociación con el PSOE para la formación del Gobierno de La Rioja. Periodista de formación, Raquel Romero hace repaso de esos momentos y de los proyectos que impulsará desde su Consejería.
Ha tenido una entrada en política un tanto agitada con el proceso de negociación para conformar el Gobierno. ¿Qué ha aprendido en este verano tan intenso?
En general, en la política riojana todos hemos aprendido mucho. Que los tiempos de mayorías absolutas han pasado, que hay que hablar, que se impone el diálogo y que los gobiernos de coalición serán el futuro. Cuando hay diferentes sensibilidades políticas es más importante ser generosos para llegar a acuerdos que imponer tu criterio. Es cierto que seguramente las negociaciones para el Gobierno de La Rioja hayan sido de las más complicadas, sin embargo esa dificultad ha llevado a que hayamos conseguido uno de los gobiernos más estables que vamos a tener en España, y un éxito.
¿Después de la tempestad ha llegado la calma?
En política nunca hay calma del todo, porque te ocupas de gestionar las políticas que cambian la vida de la gente y siempre hay que estar al cabo de la calle. Después de 24 años prácticamente del mismo gobierno, más que calma hay un proceso de aprendizaje.
¿El enemigo estaba más en casa que entre las filas socialistas?
No, nunca hay enemigos, en todo caso hay adversarios. Decía un político inglés que había enemigos, enemigos íntimos y compañeros de partido. Esas cosas pasan…Pero al final se impone el criterio de todos y todas, que era el de conseguir un gobierno progresista en La Rioja y eso la militancia de Podemos y Equo y también la de Izquierda Unida lo han entendido y sobre todo lo ha entendido el PSOE y la presidenta Concha Andreu, que ha sabido aunar todas esas voluntades y generar un gobierno.
De una petición inicial de tres consejerías a una. ¿Siente que tuvo que ceder mucho?
Eso de las tres consejerías se repite constantemente y no es el caso. Cuando uno se sienta por primera vez a negociar pone sobre la mesa planteamientos iniciales y en ese momento nosotros le dijimos al Partido Socialista que Podemos tenía que estar en el Ejecutivo de La Rioja con fuerza, con carteras y no solo con cargos intermedios como proponía inicialmente el PSOE. Esto no es un partido de fútbol con ganadores y perdedores, en todo caso la ganadora es la ciudadanía riojana, que tiene un gobierno que ha expulsado al PP de las instituciones y ha evitado la repetición de elecciones.
¿Pensó en algún momento en arrojar la toalla y abandonar?
No. Porque no es una cuestión personal. Me ha tocado a mí ser la líder del proyecto y lo asumo, por lo que nunca piensas en abandonar, porque detrás hay mucha gente, muchas esperanzas y compromiso.
¿Tiene sentido nombrar a personas de Castilla-La Mancha para cargos de su Consejería?
Hay gente que vive en La Rioja y no conoce la realidad riojana y gente que vive fuera y la puede conocer. Conocer esa realidad no es haber vivido aquí equis años, sino interesarse por los problemas de la ciudadanía y yo creo que mis compañeros y compañeras que han venido de otros lugares se interesan por las necesidades de la gente y lo que hace falta por cambiar la vida de la gente a mejor. Creo que no es el primer gobierno en el que hay personas que no tienen una relación directa con el territorio. Por poner un ejemplo, creo que Emilio del Río está ahora en el Ayuntamiento de Madrid.
Usted es periodista. ¿Qué titular le pondría a un artículo para definir al Gobierno?
Un Gobierno con ganas de cambiar.
¿Tiene ya decidido quién dirigirá la Oficina de Retorno?
Estamos buscando el perfil adecuado, que entienda el concepto migratorio, que el retorno es una segunda emigración y que las personas quizás emigran por trabajo, pero que cuando retornan no lo hacen solo por trabajo. Porque cuando alguien ha hecho una vida en otro país y quizás tenga pareja o hijos y tiene otras rutinas, volver no solo significa simplemente conseguir un trabajo en La Rioja, sino saber que se puede hacer un proyecto vital aquí. Tengo un interés especial en que esa oficina funcione muy bien, porque yo he sido emigrante y soy retornada. Mi objetivo es que haya un plan de retorno y que las personas que durante la última década se fueron porque no podían formar un proyecto vital en La Rioja, puedan retornar con todo aquello que hayan generado.
¿Qué alicientes se ofrecerán, distintos a los que se ofrecían hasta ahora, para lograr esos retornos?
Hay que entender el retorno de manera integral, holística. No podemos hablar solo de trabajo, aunque sea seguramente el factor fundamental, porque personas talentosas que se fueron a otros países no van a volver solo porque tengan un trabajo en La Rioja, porque quizás ya lo tienen allí. Una de las razones por las que vuelve la gente es porque tus padres se hacen mayores. Otro motivo puede ser por razones sentimentales. Y a veces no se vuelve, por ejemplo, porque no sabes cómo escolarizar a tus hijos, cómo encontrar vivienda, cómo acceder a la carrera funcionarial…Es decir, hay que hacer que personas que quieren volver tengan la información y la ayuda necesaria para entender su proceso migratorio hacia el retorno. También hay que encontrar a esas personas, porque las estadísticas no son muy fiables, especialmente las de quienes se fueron a la Unión Europea, porque no tienen necesidad de decirle al Estado español que viven fuera.
¿Qué les dice a quienes dicen que la suya es una consejería ‘florero’?
No es una consejería nueva como tal; simplemente se han reestructurado competencias en diferentes carteras que ya existían. Los anteriores gobiernos no le dieron la importancia debida a la participación, porque lo entendían como una página web en la que la ciudadanía podía entrar y buscar; pero la participación es formar parte integral de las decisiones de un gobierno y de un espacio político. Y ahí tendremos que luchar para darle un impulso y para que haya más personal y actividad en los temas de participación.
¿De qué manera abrirán esos cauces para que los ciudadanos participen?
La Rioja necesita una ley de participación, pero no una como la que intentó hacer el PP y que ha vuelto a registrar en el Parlamento, que ahora toma como propia pero que se ha hecho con el dinero de todos los riojanos y riojanas, porque se hizo un proceso durante la anterior legislatura, que paradójicamente que tuvo muy poca participación ciudadana. Tenemos prácticamente que empezar de cero y que ver cómo hacemos para que personas y colectivos que históricamente no se han podido movilizar formen parte de esa nueva política 2.0 en la cual la ciudadanía se interesa por el día a día de los acontecimientos políticos. Hubo conversaciones con colectivos que se pueden recuperar, pero la ley hay que rehacerla de arriba a abajo.
¿Qué asunto tiene la máxima prioridad en su carpeta de proyectos?
Uno es generar la ley de participación y dar respuesta a la que ha registrado el PP, haciéndola propia como si hubiera sido un trabajo suyo, y no lo ha sido. Y también estamos con temas de cooperación, porque hay ciertos proyectos que están por ejecutar. Además hay que coordinar dentro del Gobierno los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que es una prioridad de este Gobierno. Ahora mismo estamos elaborando el Observatorio de Derechos Humanos, que es un ente que existe en otras comunidades, y un plan estratégico para analizar la situación de los derechos humanos en La Rioja. El objetivo es que el Observatorio no tenga solo una aproximación académica, sino práctica; es decir, el cumplimiento efectivo de la Declaración de Derechos Humanos en La Rioja.
¿Hay casos de vulneración de derechos humanos en La Rioja?
Es cierto que los indicadores de bienestar social de La Rioja son altos, pero contamos con en torno a un veinte por ciento de personas residentes en la región que están en situación de pobreza o de exclusión social, o sea una de cada cinco personas están en esta situación. Es tu vecino, los padres del niño que va con tu hijo al colegio, la persona que trabaja al lado…Muchas de esas personas, casi 19.000, son mayores. Y aunque se ha reducido mucho, un tres por ciento de la gente en La Rioja vive en privación material severa. Nos podemos comparar con otros territorios, pero no valen comparaciones en este caso.
¿Qué capacidad de maniobra tendrán para actuar ante una vulneración de los derechos humanos? ¿Qué podrá conseguir usted que no consiga el Defensor del Pueblo?
Defensor del Pueblo que no tenemos y que creo que podría ser una figura a rescatar, porque si no, la ciudadanía a veces se siente no escuchada por las administraciones y por la política. ¿Por qué hay tanto desapego hacia las administraciones y los políticos? Porque muchas personas ven que aunque les dicen que son sujetos de derecho, ven que cuando tienen un problema grave no lo son.
¿Qué medidas concretas plantearán para incluir en los presupuestos de la Comunidad?
Hay que ampliar los temas de participación ciudadana, porque hasta ahora la mayor participación ciudadana que consiguió el Partido Popular fueron las manifestaciones contra las políticas del Partido Popular. Se han manifestado los profesores, los médicos, los funcionarios, la ciudadanía en general…Si queremos que la ciudadanía confíe en la acción política y que el Parlamento no sea un lugar cerrado, un convento sin ventanas, hay que hacer una ley de participación ciudadana y para eso se necesita dinero.
En materia de participación ciudadana, ¿va a cambiar el funcionamiento de los Servicios de Atención al Ciudadano?
Creo que los SAC son uno de los organismos del Gobierno que mejor puntuación reciben, especialmente en las comarcas, porque en Logroño está todo muy centralizado. En las comarcas el SAC es la primer y única ventana con la Administración riojana. Y por eso lo que hay que hacer es reforzarlo y podríamos ampliar servicios. Por ejemplo, me comentaba el alcalde de Arnedo que tienen problemas con la expedición del DNI, que es algo que compete a la Policía Nacional. Pero lo mismo que el Servicio Estatal de Prestaciones de Empleo está en las mismas oficinas del SAC, quizás se podría llegar a acuerdos con la Policía Nacional para que fuera más efectiva la expedición del DNI y pasaportes en comarcas. Además, los SAC pueden ser lugares donde se informe activamente y donde la ciudadanía pueda participar, porque muchos de ellos tienen salas disponibles donde poder realizar reuniones o actividades.
En cooperación al desarrollo el Gobierno ha venido concediendo ayudas a proyectos de ONG para proyectos en distintos países. ¿Se cambiará el sistema?
Por supuesto se seguirá trabajando con la Agencia Española de Cooperación y Ayuda al Desarrollo y hay proyectos en marcha que seguirán. Hay que impulsar un poco a las ONG riojanas y la profesionalización de las ONG, porque muchas que trabajan aquí son sucursales de las nacionales y a veces no tienen la capacidad para solicitar los proyectos. Por nuestra parte hay que simplificar en todo lo posible los protocolos para que puedan hacer los proyectos. Las necesidades de los proyectos de cooperación no se rigen por los presupuestos, por lo que hay que intentar ser flexibles con las partidas para que se puedan ir gestionando de un año a otro. También queremos implementar líneas como el feminismo, es decir desarrollo relacionado con los derechos de las mujeres, y trabajo en desarrollo agrícola.
Hay ya una ley de memoria histórica. ¿Qué queda por hacer en La Rioja en esa materia?
Lo primero es que se cumpla la ley. Habrá que hablar con municipios en todo el territorio. En Logroño se han hecho diferentes procesos y ha habido unos más interesantes que otros. Yo tengo que sentir orgullo de mi barrio, donde se han cambiado tres calles y se han elegido los nombres popularmente, y estoy muy contenta de que tenemos una calle que se llama Ateneo Riojano y otra que se llama 8 de Marzo. Además, tenemos que hablar con las asociaciones memorialísticas, con las que tenemos contacto personal y directo, para trabajar en todo lo que podamos. Pero hay que ir más allá. Cuando hablamos de memoria histórica nos circunscribimos a la Guerra Civil y la dictadura, pero creo que podríamos hablar de otros momentos históricos y visitar la historia desde una perspectiva memorialística, entendiendo lo que sucedió y ofreciendo herramientas para el análisis de situaciones concretas de represión que se han dado en el Estado español en toda su historia.
¿Qué efectos concretos tendrá en una región pequeña como La Rioja una ley LGTBI?
Se quedó en el tintero la ley trans en la legislatura pasada y esperamos retomar los trabajos y aprobarla de una vez por todas, porque las personas trans necesitan el apoyo de las instituciones. La transfobia se percibe en el día a día y los niños y niñas tienen muchas dificultades para vivir su vida de una manera plena y sin discriminación, porque hay una ofensiva contra las personas transexuales por parte de algunos movimientos.
Usted se ha postulado para dirigir Podemos en la región, después de una crisis interna que ha dejado descabezada a la organización. ¿Cómo está la situación?
Lo que he manifestado es mi voluntad de que haya una asamblea ciudadana y que tenemos la necesidad de una dirección política en La Rioja y cuando se me ha preguntado si yo me postularía he dicho que tengo que hablar con la militancia y si se ve que yo o un equipo de personas afines, podría darse el caso.
A la crisis propia de Podemos en La Rioja se suma la irrupción de Más País, que les puede restar votos. ¿Qué expectativas tienen de cara al 10-N?
No es el momento adecuado. Creo que en este caso Íñigo Errejón se equivoca al postularse en este momento, porque la división puede hacer perder escaños y que el bloque de la derecha consiga gobernar. Por otro lado, entiendo que estas divisiones no son fruto de una casualidad sino el espejo de algo que está sucediendo en la izquierda española y desde Podemos tenemos que hacer una reflexión sobre hacia dónde queremos ir, cuál es nuestro proyecto y cuál será nuestra relación con todos los entes desde el mismo espectro político; y el objetivo es el entendimiento. Nuestros votantes y militantes no entenderían que no trabajásemos por la creación de algo más grande que nosotros mismos.






