Detenido por pagar 116 peajes de la AP-68 y AP-7 con una tarjeta robada
Un hombre de 48 años, natural de Rumanía y vecino de Valladolid, ha sido detenido por pagar 116 peajes de las autopistas AP-68 y AP-7 con una tarjeta robada. La Guardia Civil le considera presunto autor de los delitos de estafa y revelación y descubrimiento de secretos.
Según ha informado el Instituto Armado en una nota, los agentes del Puesto de Haro tuvieron conocimiento el pasado 5 de marzo del uso fraudulento de una tarjeta de crédito tras interponer la víctima una denuncia.
La persona perjudicada explicaba que personas desconocidas le habían sustraído la tarjeta del buzón y la habían usado para pagar en 116 peajes de las autopistas AP-68 y AP-7, habiéndole generado una deuda con su entidad bancaria de 927 euros.
Para localizar al presunto autor, los agentes procedieron a localizar los peajes en los que se habían estado cometiendo los hechos y a visionar las cámaras de seguridad. Fruto de esta investigación, la Guardia Civil consiguió identificar el vehículo que pasó por los peajes utilizando la tarjeta sustraída que se encontraba «dado de baja para la circulación y a nombre de una persona con discapacidad psíquica residente en la localidad de Tordesillas (Valladolid)», detalla en la nota.
Posteriormente se identificó a la persona que presuntamente sustrajo y utilizó la tarjeta: un hombre que había abandonado el territorio nacional para regresar a Rumanía, su país de origen. Fue detenido al volver a España. Durante su toma de manifestación se acogió a su derecho constitucional de no declarar ante los investigadores, por lo que las actuaciones han sido puestas a disposición de la Autoridad Judicial.
Sanciones por violación de correspondencia y estafas
La Guardia Civil recuerda que el Código Penal establece penas de prisión de 1 a 4 años y multa de 12 a 24 meses al que descubra secretos o vulnere la intimidad y se apodere de papeles, cartas, mensajes de correo electrónico, documentos o efectos personales sin autorización de su propietario.
Los que utilizando tarjetas de crédito o débito, o cheques de viaje, o los datos obrantes en cualquiera de ellos, realicen operaciones de cualquier clase en perjuicio de su titular o de un tercero, serán castigados con la pena de prisión de seis meses a tres años. Si la cuantía de lo defraudado no excediere de 400 euros, se impondrá la pena de multa de uno a tres meses.






