Detenida una trabajadora doméstica por estafar 11.500 euros a sus empleadores
La Policía Nacional de La Rioja ha detenido a una mujer de 50 años de edad, en Logroño, como presunta responsable de un delito de estafa continuada durante un año, por 11.500 euros, a las personas para las que trabajaba como empleada doméstica, ha informado la Policía en un comunicado.
Agentes del Grupo de Investigación Tecnológica de la Brigada Provincial de Policia Judicial de esta Jefatura, iniciaron una investigación como consecuencia de la denuncia interpuesta por una ciudadana de Logroño de 78 años de edad, en el que manifestaba haber sido víctima junto con su marido, de una fraude en su cuenta bancaria.
Ambos detectaron gran cantidad de cargos fraudulentos en su cuenta durante el último año, por importe de 11.500 euros.
La denunciante se percató que persona o personas desconocidas, mediante el uso ilegítimo de los datos de su tarjeta bancaria, habían realizado numerosas compras en internet en diversos comercios por total de 11.500 euros.
Los agentes del Grupo de Investigación, iniciaron las pesquisas y solicitaron la información a la entidad financiera y las empresas que habían vendido productos y tras el análisis de la información llegaron a la conclusión de que la autora era una mujer residente en Logroño.
En la investigación asociaron que esta mujer era la empleada doméstica de las víctimas.
La presunta autora aprovechó la confianza que le otorgaba su condición de empleada en las labores del hogar, para acceder a los enseres y la documentación personal de la víctima y obtener datos confidenciales y los datos bancarios necesarios para poder ejecutar las compras en comercios de forma «online».
Para realizar la defraudación, primeramente una vez obtuvo todos los datos necesarios, solicitó una tarjeta bancaria a nombre de la víctima, con lo que evitaba utilizar la de las víctimas y ser descubierta.
También evitó utilizar la tarjeta en comercios físicos, y por ellos todos los cargos eran en «comercios online» de venta de diferentes productos, como ropa, cosméticos, zapatos, complementos, e incluso compra de alimentos en cadenas de supermercados.
Las víctimas nunca sospecharon, ya que en todo momento creyeron tener en su poder la tarjeta de crédito, la cual además nunca utilizaban, ya que disponían de otra cuenta en otra entidad bancaria con la que administraban sus gastos diarios, por lo que nunca se percataron de estos cargos, los cuales se realizaron durante casi un año.
La Policía alerta que los servicios y comercios «online» pueden ser utilizados sobre todo para realizar compras y contratación de servicios por parte de defraudadores que tienen conocimiento o acceso a ciertos datos personales y bancarios de otra persona.






