De los cuarteles del siglo XIX a las Fuerzas Armadas de hoy

Propiedad: Manuel Chinchetru

Bárbara Moreno / Logroño
«En toda la historia ha habido un desfile o un acontecimiento militar como el que se va a producir este sábado en La Rioja». Así se muestra el delegado de Defensa en La Rioja, Pedro María Pejenaute, quien reconoce que es una alegría tener un acto nacional en Logroño, «que no volveremos a ver por edad», por lo que asegura que como militar es un gran orgullo, que, en cualquier caso beneficiará una de las acciones que tienen desde el Ministerio de Defensa, el de difundir la Cultura de Defensa.
El coronel charla con Noticias de La Rioja, y echa la vista atrás para dar a conocer la historia de las Fuerzas Armadas en La Rioja, «cuando no era ni Comunidad». Y explica que cuando más número de militares ha habido en la zona fue en las primeras guerras carlistas, con el general Espartero al frente del Ejército Norte. Las unidades ocuparon conventos desamortizados, y las guarniciones no eran permanentes. Se ocupó el Convento de la Merced (hoy Parlamento de La Rioja) de hecho fue cuartel de infantería. Se ocupó el Convento de San Francisco, (fue hospital militar ardió en 1869 y fue derribado). Y el Convento Valbuena, que fue hospital militar y prisión. Se derribó en 1893 y se construyeron ahí las Factorías Militares, donde se instaló el Gobierno Militar, hoy es la Delegación de Defensa (y quedan solo tres palacetes).
Guarnición permanente finales S. XIX
Pero en realidad, cuando se empezó a afianzar la presencia de los cuarteles y de las fuerzas en Logroño fue a finales del siglo XIX, «cuando el Ayuntamiento tuvo interés en establecer una guarnición permanente en Logroño», detalla el coronel. Y se iniciaron las construcciones de diversas instalaciones militares, como el cuartel de Alfonso XII (finalizó en 1879 y se abandonó en 1965, en su solar se construyó el actual Ayuntamiento. Aquí se alojaron hasta cinco unidades diferentes. Se construyó también el cuartel General Urrutia, finalizado en 1887, que se abandonó en 1996, y en su solar se construyeron viviendas, que hoy se mantienen como Residencia Militar (en la calle Bailén). Y aquí se alojado seis unidades, la más actual el Grupo de Artillería LI que se disolvió en 1996.
Se construyeron también las Factorías Militares que se pusieron en funcionamiento en 1914. Y el hospital militar, que concluyó en 1919 (hoy está el Palacio de Justicia).
Solo queda el BHELMA
También se construyó a principio de siglo XX el Acuartelamiento Héroes de Revellín, es decir, la Base de Agoncillo o de Recajo. Nació en 1924 como un aeródromo auxiliar (el primer aterrizaje lo hizo el capitán González Gallarza). La presencia del Ejército del Aire fue importante para La Rioja, hubo una escuela. En 1974 se creó el Batallón de Helicópteros de Maniobra, Bhelma, que es lo único que queda ahora. Y el Regimiento de Artillería Antiaérea 82 que nació en 1996 y se disolvió en 2008. Pejenaute pondera el Bhelma como una unidad muy tecnificada «con una exigencia muy profesional y cualificada que requiere mucha formación». Además, es un hoy, «uno de los focos de inversión del Ejército y de Defensa a nivel nacional», sentencia el coronel.
La Delegación de Defensa hoy
La Delegación de Defensa de La Rioja con sede en lo que fuera el Gobierno Militar (más conocido hoy por la Comandancia) se ocupa actualmente de cuatro áreas diferenciadas. Por un lado de todo el personal de Defensa adscrito que no tiene destino. Por otro lado del reclutamiento de nuevos militares. En tercer lugar del área de Inspección Industrial de empresas de la zona que tienen contratos con el Ministerio de Defensa o los ejércitos, (como ejemplo inspeccionan los requisitos de calidad en fábricas de calzado arnedanas que están haciendo botas para el Ejército). Y otra de sus áreas de trabajo es la difusión de la cultura de Defensa y de las Fuerzas Armadas.






