CSIF pide el cese de las directoras del CAPDP de Fuenmayor y CRMF de Lardero
CSIF ha pedido la dimensión «fulminante» de las directoras del Centro de Atención a Personas con Discapacidad Psíquica (CAPDP) Santa Lucía de Fuenmayor y del Centro de Recuperación de Personas con Minusvalías Físicas(CRMF) de Lardero por su «nefasta» gestión en materia de prevención de riesgos laborales ante el COVID-19.
Este sindicado, en una nota, ha señalado este martes que esa gestión pone en grave riesgo a las plantillas de ambos centros.
Ha criticado una circular emitida ayer por la dirección del CAPDP de Fuenmayor, en la que prohíbe el uso de bolsas de basura y otros elementos caseros de protección personal que se habían procurado los trabajadores ante la falta de medios proporcionados por sus responsables y la Consejería de Servicios Sociales, de la que depende.
CSIF ha incidido en que la directora dijo a la plantilla que «no quiere a nadie disfrazado por el centro», en referencia a los elementos de protección personales que algunos trabajadores se han procurado por su cuenta.
Este centro, según el sindicato, puede atender a un centenar de residentes, para lo que cuenta con unos 150 trabajadores, entre empleados públicos y de empresas externas, que «siguen sin disponer de los equipos necesarios para protegerse y, al mismo tiempo, evitar contagios entre los usuarios».
Ha reconocido que, aunque ha llegado algo más de material al centro, las condiciones en las que estos empleados trabajan no son las más óptimas.
En las habitaciones con internos en aislamiento, los trabajadores entran con mascarilla FPP2, gorro, guantes y pantalla reglamentaria, lo que está bien, según CSIF, pero no las batas quirúrgicas de las que disponen, que son «poco o nada eficaces» frente al coronavirus, por lo que ha demandado buzos y calzas.
El resto de la plantilla trabajan todo el día solo con pantalla, guantes y mascarillas quirúrgicas; mientras que en las duchas, aseos diarios y las comidas utilizan un delantal de plástico, que desinfectan con agua y lejía para que les sirva durante cuatro o cinco días.
CRMF de Lardero
La situación en el CRMF de Lardero es similar, ha añadido CSIF, que ha recordado que este centro acoge ahora a personas que han dado positivo por COVID-19 y necesitan pasar una cuarentena antes de su alta definitiva.
El medio centenar de trabajadores de este centro no dispone de los equipos de protección individual (EPI) adecuados para manejar diverso material posiblemente contaminado, como ropa sucia y los restos de las comidas, según este sindicato.
Sus datos indican que solo se les ha dotado de guantes desechables, batas quirúrgicas, mascarillas de papel y, «en el mejor de los casos», unos guantes hasta el hombro; y los trabajadores se han procurado unos delantales confeccionados por ellos mismos con bolsas de basura.
CSIF no descarta tomar medias legales ante la «pasividad» de las responsables de ambos centros.






