CSIF alerta de la baja tasa de médicos en La Rioja y su ‘fuga’ a otras comunidades
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha alertado de la baja tasa de médicos por habitante que existe en La Rioja y de su «fuga» a otras comunidades. El sindicato cifra en 4,47 facultativos por cada 1.000 habitantes la tasa riojana, inferior a la media nacional (4,74) y «muy por debajo de la de las comunidades limítrofes», según la estadística anual de profesionales sanitarios colegiados de 2017, tanto en el ámbito público como privado.
CSIF detalla que en Aragón, hay 5,61 médicos por cada mil habitantes; en Navarra 5,44; País Vasco, 5,43; Castilla y León, 4,97; Cantabria, 5,20; y Asturias 4,96. «Una menor tasa de médicos por habitantes afecta a la calidad asistencial», indicó CSIF.
Ha indicado que «las desigualdades en el número de profesionales y remuneraciones entre las autonomías es enorme». CSIF también relaciona esta situación con «la marcha de profesionales sanitarios a comunidades vecinas donde ofrecen mejores salarios, condiciones de trabajo y conciliación de la vida laboral y familiar a sus profesionales sanitarios».
Ha asegurado que estos traslados han supuesto una pérdida de 50 profesionales en los últimos años. A todo ello se suma «la gran discrepancia existente en el precio de la hora de atención continuada, conocidas como guardias, que perciben dichos trabajadores», ha indicado CSIF, que ha detallado que la retribución por hora de un médico de Atención Primaria de La Rioja es de 20,58 euros, mientras en País Vasco es de 24,95; Navarra, 24,52; y Castilla y León, 24,05 euros.
«Lo mismo sucede con el precio de las horas de atención continuada en enfermería, en facultativos del Hospital y en sus horarios de festivos, ya que, a pesar de realizar el mismo número de guardias, hacerlas en La Rioja o en el País Vasco puede suponer una diferencia mensuales de más de 700 euros», apunta el sindicato.
CSIF cree que estos profesionales, tanto fijos como personal de refuerzo, abandonan La Rioja, además de por razones económicas, por los tipos de contratos y condiciones laborales, a las que consideran «indignas» en algunas ocasiones. «Esta sangría de buenos profesionales va a repercutir directamente en la calidad de la sanidad pública», opina CSIF, que añade que esta esa situación está suponiendo una dificultad para contratar a determinados profesionales.






