Ahora viene lo más difícil. «Acertar, elegir con esos jugadores importantes». Habla Eduardo Arévalo, director deportivo del Calahorra. El club sabe cuál es su objetivo, «la permanencia, no es momento de volvernos locos», y asume que «no queremos que el paso por la Segunda B sea transitorio o accidental».
Quizá por eso lo primero fue confirmar a Miguel Sola como entrenador de los riojabajeños. El siguiente movimiento es confeccionar la plantilla. Para tal fin, «se han propuesto hasta doce renovaciones, más un par de jugadores que están ahí, en ‘stand by’». Es decir, continuidad en el bloque que ha logrado el salto de categoría.
Por el momento, el Calahorra ya anunciado que los centrocampistas Sergio Parla y Raúl Almagro, además del portero Gonzalo Gómez siguen una temporada más defendiendo la elástica rojilla. Mientras que a las ya sabidas bajas de Peral, Chus e Íñigo Rodríguez se suman Sito Castro, Míchel González y Eder Azparren.
«Hay rumores, lógicos de estas fechas, pero no es momento de especular. Próximamente, habrá novedades», anuncia Arévalo. Lo que sí es evidente es que «el mercado de jugadores es amplio, pero queremos que jugadores riojanos puedan estar aquí, así como futbolistas de La Ribera», concreta.
Sin duda, una opción que ayudaría a que la implicación de los nuevos sea mayor. Eso no quita para que el teléfono del director deportivo del cuadro rojillo eche humo: «Ni sé las llamadas que recibo al día. Un montón». Lo importante, como el propio Arévalo señala, es «acertar. Queremos hacerlo. Sabemos que hay posiciones importantes y buscamos lo que creemos es lo mejor para esta categoría».
Comenta que «es pronto para cerrar la plantilla, pero no nos podemos dormir. Por eso apostamos por la continuidad» de una plantilla en la que hay experiencia en la división de bronce. «Luego buscamos completar cuatro fichas sub’23 y otras cuatro sénior para formar un bloque compacto. Después ya habrá tiempo de mejorar».
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