El Clavijo se rehabilita
El Clavijo tendrá un fin de año tranquilo después de sumar ante el Sammic Hostelería (75-58) su quinta victoria de la temporada. Los riojanos igualan en la tabla a los guipuzcoanos que nunca inquietaron a los de Jenaro Díaz.
Con Coggins vestido de calle, el Clavijo sacó a relucir a sus secundarios (Moto, Balamou y Bieshaar firmaron sus mejores minutos en Logroño) para noquear a un Iraurgi muy inferior. Será difícil volver a ver en el Palacio un equipo tan limitado como el Sammic Hostelería, filas en las que se ha enrolado Ruiz de Galarreta, incapaz de poner sentido en una plantilla en la que sólo De Ciman se salvó del escarnio. Tras una noche aciaga, lo mejor fue el resultado para un Iraurgi que zozobró durante media hora.
Los riojanos, aunque siguen en apuros, afrontan con optimismo la próxima salida a Coruña con la que se clausura la primera vuelta y se inicia 2018.
Con un quinteto circunstancial como consecuencia de la sensible baja de Coggins –no iba de farol Jenaro Díaz en la previa-, el equipo riojano ofreció un primer cuarto serio, concentrado y motivado. Así, tras los intercambios iniciales, los riojanos, guiados por Adala Moto, se cobraron un pequeño colchón (15-9) que obligó al Iraurgi a parar el partido. La mala selección de tiro guipuzcoana, propició que el Clavijo doblase en el marcador (22-11) al Sammic en un partido que alcanzó su primera pausa con los locales reconciliándose con su mejor imagen.
Un pésimo arranque en el segundo período, con un parcial en contra de 7-0, apretó de nuevo la contienda aunque los esfuerzos de Balamou, autor de siete puntos consecutivos en su condición de improvisado ‘4’, frenaron al Sammic Hostelería (30-20).
El primer contratiempo se superó, circunstancia aprovechada por Bieshaar para elevar a quince la renta local. El conjunto vasco estaba hundido, circunstancia que aprovechó el Clavijo para irse al descanso con un demoledor 43-24, ante un Azpeitia sin respuesta.
El pasó por vestuarios ‘animó’ a los visitantes que se soltaron en ataque pero que permitieron que el conjunto riojano encestase en casi todas sus aproximaciones (51-30).
El quinto triunfo estaba hecho ante un Sammic que necesitaba algo más q ue un milagro para reengancharse al partido.
Lo intentó De Ciman, ‘apretando’ el partido (55-41) pero los de Jenaro Díaz volvieron a poner tierra de por medio, entrando en el último período con 18 puntos de ventaja, distancia casi insalvable para muchos equipos, imposible para una plantilla tan limitada como la guipuzcoana.
El Clavijo despreció el último cuarto, fallando canastas hechas y permitiendo al Iraurgi ponerse a once (66-55), pero no estaba la noche para milagros. Moto no lo permitió. El Clavijo respira; el equipo está enfermo pero sigue vivo.






