El Clavijo se asoma al abismo
Cuanto peor, mejor pensó el COB que se llevó un triunfo vital en la lucha por la permanencia. Los gallegos encadenaron en el Palacio su cuarta victoria consecutiva para hundir el sueño de un Clavijo que, lastrado por los nervios, tuvo una noche para olvidar (59-69).
El Clavijo, con tanto en juego, cuajó su peor partido en casa. Anclados en cinco victorias, los riojanos se ven superados en la tabla por un COB al que le bastó la efusividad de Zamora y la intimidación de Rozigis para desnortar al conjunto de Jenaro Díaz.
Con noches así, será difícil aferrarse a la Oro.
El Clavijo tiró de solidez defensiva para frenar a un Ourense que se encontró con la versión riojana más solidaria. Los de Jenaro Díaz gestionaron bien el primer cuarto (12-7) hasta que, tras dos faltas de ataque, vieron como el COB daba la vuelta al partido con seis puntos seguidos. La lucha por la permanencia exigía el máximo de un Clavijo que logró mitigar daños antes del primer descanso.
En el segundo período, Clavijo y Ourense extremaron sus precauciones defensivas, ralentizaron su ritmo de juego y se dejaron invadir por el miedo. Fueron diez minutos de difícil digestión. Los locales no perdieron la iniciativa pero tampoco explotaron su mayor calidad. Su mala selección de tiro –al descanso, dos triples tras 15 intentos – impidió que el partido se rompiera (28-23). En la estrechez ofensiva, Yates fue la brújula de un Clavijo que se fue a vestuarios con un pequeño respiro después de que Balamou acabara con mate sobre la bocina una jugada iniciada con tapón propio (32-26).
Un triple de Johnson y dos tiros libres de Zamora dieron al traste con la ventaja de un Clavijo que necesitó cinco ataques para estrenarse. Eso sí, lo hizo con un triple de Gutenius que retrasó el sorpasso gallego. Éste llegó desde el perímetro, por mediación de Uzas, para culminar un calamitoso parcial de 7-0. Incapaz de reaccionar, el Clavijo se vio cuatro abajo (37-41) con media permanencia por decidirse. Newby y Moto, desaparecidos ambos, al menos devolvieron la igualdad a un partido de pronóstico reservado (46-47).
Había tanto en juego que el parcial definitivo amplificó el carrusel de fallos de Clavijo y Ourense. Cada ataque era una invitación a la catástrofe. Lo denotaba la gestión de los pases, la selección de tiro… El menos malo se agarraría al salvavidas de la Oro. En el Clavijo sólo Yates y Erik Quintela parecían ser conscientes de la importancia del envite aunque eran insuficientes para parar la intimidación de Rozigis, demoledor en la pintura.
Un triple de Johnson noqueó al Clavijo que se vio siete abajo (50-57) a cuatro para el final. A los locales sólo le quedaba la heroica. La animó Bravo, con dos triples inesperados (el cuarto y el quinto tras 23 intentos). Quedaba tiempo pero no fuerzas a un Clavijo que cede su plaza al COB. Será difícil que el Ourense, jugando tan mal, vuelva a ganar un partido salvo que se encuentre de nuevo con el Clavijo en su camino.






