«Claro que me veo en Tokio. Creo que tengo el nivel. Sueño todas las noches con estar ahí»
Gazimagomed Jalidov Gafurova, más conocido como Gazi Jalidov (Majachakalá, Daguestán, Rusia, 1995) es la más firme promesa del deporte riojano para estar en los Juegos Olímpicos de Tokio. Su suerte se decide a partir de hoy en un Preolímpico de Londres que reúne, a puerta cerrada, a los mejores boxeadores amateur de Europa, entre ellos el logroñés de adopción.
El púgil del Barru Boxing, nacido en Rusia pero radicado en Logroño desde hace más de una década, es el boxeador español más dominador en los 81 kilos.
Tras abandonar Rusia en 2003 y, tras pasar por Alemania (Altenbourg) y Francia, desembarcó en San Sebastián antes de echar raíces, gracias a la Cruz Roja, en La Rioja.
De pequeño practicó la lucha, el deporte nacional de esta república rusa del Cáucaso, antes de ponerse los guantes picado por su hermano Kamil, con el que practicaba en casa. Tras un percance en Daguestán, donde se lesionó la mano, volvió a Logroño donde el preparador Barru le devolvió las ganas de boxear, actividad que estuvo compaginando con la albañilería hasta el pasado verano, momento en que cambió Logroño por la Residencia Blume, donde busca la clasificación para los Juegos Olímpicos de Tokio.
2019 queda lejos paro vaya año. Ha peleado en Rusia, Bielorrusia, Austria, Reino Unido y Cuba. Y, en 2020, ya ha estado concentrado en Debrecen.
Sí, ni yo me lo imaginaba. Fue un 2019 pero es lo que buscaba. Han sido una veintena, o quizás una treintena de combates, sólo dos derrotas… Nunca me hubiera imaginado esto. El objetivo es estar al 100% para el Preolímpico.
Doble campeón de España, debut en un Mundial y becado en la Blume. ¿A qué logro da más importancia?
Todo me enorgullece, de todo he aprendido pero si me tengo que quedar con algo, creo que me quedo con el Mundial, porque el debut ha sido una gran experiencia. Un campeonato del Mundo es lo máximo en lo que puede estar un deportista y he podido competir con los mejores.
Se tomó muy bien su discutible eliminación ante Loren Alfonso en Ekaterimburgo en el Mundial.
Lo llevo bien desde el primer día. Son cosas que pasan. Fue injusto pero no puede seguir dándole vueltas a eso.
Cerró un año casi perfecto pero, ¿como se ha visto estos meses? Da la sensación de que lo mejor está aún por llegar.
Poco a poco voy progresando, mejorando el físico, lo técnico…
En el plano físico, ¿aún puede mejorar?
Siempre. Nunca se llega a conocer tu cuerpo a la perfección.
En lo técnico, sí que entiendo que aún puede progresar y que su estancia en la Blume le está ayudando muchísimo.
En el boxeo nunca se deja de aprender. Se nota mucho estar en la Blume. Se trabaja mucho la técnica, se descansa, la comida es excelente y eso se nota. No me puedo quejar.
2020, en teoría, es año olímpico. ¿Se ve en Tokio?
Claro que me veo en Tokio. Creo que tengo el nivel. Sueño todas las noches con estar ahí.
Las plazas se deciden en el Preolímpico de Londres que arranca hoy a puerta cerrada. Luego habrá una segunda oportunidad en París pero da la sensación de que su presencia es segura visto su evolución en este último año.
Tengo que quedar entre los seis primeros, superar tres combates, creo. Creo que estoy a la altura e los europeos. Tengo opciones. He combatido en el Mundial con ellos, en Bielorrusia. Tengo opciones y tengo confianza que es lo importante.
¿Qué significaría para usted, para su familia, estar en los Juegos Olímpicos?
Un gran paso en mi carrera deportiva. Una ilusión enorme que comparto con toda mi familia. Todo deportista desea estar ahí. Ojala pudiese estar y conseguir una medalla.






