Las Fiestas de la Vendimia ya tienen su cata
Feli Agustín / Logroño
Mientras el grupo Nacha Pop, que actuó en la medianoche del miércoles, realizaba su prueba de sonido, la plaza del Ayuntamiento estrenaba a las 18.30 horas una de las novedades de las Fiestas de la Vendimia, una cata urbana, organizada por la peña La Uva y que, por ocho euros, permitía disfrutar de cuatro vinos y dos pinchos. En concreto, eran diez bodegas, López de Haro, Benito Escudero, Castillo de Mendoza, Street Wines, Finca Los Arandinos, Viña Emilia, Franco Españolas, Bodegas Cornelio, Tierras de Murillo y Heras Cordón, las que ofrecían sus vinos, que se maridaban con sardina con guindilla y bocatitas de jamón.
Pero, además, la actividad ofreció a unos 300 de los 1.000 participantes que se esperaban atender a una cata diferente, en la que se anima a jugar con los sentidos. Así, en dos carpas, y cada media hora, un grupo de aficionados al vino trataba de adivinar qué sonidos escuchaba -embotelladora o brindis-, qué textura tocaba a ciegas -áspera o rugosa- o qué elemento relacionado con el mundo de la vendimia se le mostraba en una serie de fotografías. Ojo, que había de todo y de varios niveles de dificultad, desde un corquete hasta una boca de hombre. La cata concluía con la degustación de un vino extra.
Miguel González, presidente de La Uva, apuntaba que su voluntad era huir de una cata «tradicional» a través de la organización de una actividad que pretende promocionar la cultura del vino en San Mateo. «Echábamos de menos un acto de estas características», explicaba el presidente de La Uva, quien añadió que su intención es también proporcionar una alternativa a quienes no acudan a los toros o la pelota. Y lo consiguieron. Porque desde primera hora, ya había animación en una actividad que incluye talleres para niños, como hacer uvas con corcho.






