Berges no se siente cuestionado
NR / LOGROÑO
El empate ante el Zamudio ha dejado tocada a una UDL que tiene que levantarse este domingo para sumar en Lezama (12 horas) ante un Bilbao Athletic empeñado en regresar, por la vía rápida, a Segunda.
Mientras que los rojiblancos afrontan con optimismo la recta final de temporada, todo son dudas en una UDL que convive, desde hace demasiado tiempo, con la amenaza del descenso, el apocalipsis tras dos años disputando el ‘play off’ de ascenso a Segunda.
El pasado domingo, frente a un rival carente de pedigrí y enjundia, dio la sensación de que, futbolísticamente, la UDL tocó fondo ante un colista que sólo había logrado un punto lejos de Zamudio aunque el preparador blanquirrojo no tiene una lectura tan negativa de los noventa minutos de juego: «Es cierto que los dos últimos partidos no nos han ido bien pero no tengo la sensación de que se jugara tan mal el domingo. Creo que no dimos la sensación de ser un equipo sin alma aunque aceptamos todas las críticas porque sabemos que estamos en un club exigente».
Por eso en noviembre se cambió de técnico, en diciembre Rafa Berges tomó el rumbo del banquillo y en enero se retocó la plantilla pero los resultados no acaban de llegar. Es, tras partidos como el del pasado domingo, cuando se pone en duda la continuidad del técnico aunque el preparador cordobés no tiene «la sensación de que se me cuestione». «Pero es lo que menos me importa; se trata de sumar los tres puntos», completa consciente de lo que se trata ahora es de remar todos en la misma dirección, por encima de los personalismos.
Porque para Berges ni el partido de mañana es un ultimátum personal ni es una final para sus jugadores: «Iremos a Bilbao con la intención de sumar los tres puntos» aunque para conseguirlos puede que el preparador blanquirrojo retoque su dibujo y sus protagonistas. «Queda un entrenamiento pero es una situación que valoramos», adelantaba. Y pese a que muchos jugadores han sido puestos en la picota, el once por el que pueda apostar en Lezama no va a ser revolucionario ni servirá para señalar a los posibles culpables «porque no soy partidario de dar bandazos».
Su consigna, ante la adversidad, pasa por afrontar el partido de Lezama con «valentía», «convicción» y «fuerza» para superar a un «buen equipo».
El sexto clasificado del grupo II (36 puntos suma el Bilbao Athletic), como todo filial, «juega con desparpajo», atributo que puede tener connotaciones negativas como el hecho de contar con jugadores «jóvenes» pero «de nivel».
Pese al catálogo de virtudes que acumulan los rojiblancos, las bajas de la UDL y las dudas clasificatorias, la consigna no es otra que «ir a por el partido sí o sí». «Sólo me preocupa que la gente dé el cien por cien», agrega Berges.
«No es cuestión de vértigo, pero la confianza la dan los resultados», completaba un técnico consciente que, ante la incertidumbre, «los futbolistas no dejan de ser trabajadores como cualquier otro».
De lo que se trata, en opinión del preparador blanquirrojo, de la directiva y de los aficionados, es «de dar un paso al frente». «Necesitamos reivindicarnos fuera de casa. Toca revolverse ante esta situación adversa», se despedía un Rafa Berges al que los resultados no han acompañado en sus nueve jornadas al frente de una UDL que, con sólo un punto de ventaja sobre la promoción y dos con respecto al descenso a Tercera, llega sin red a Lezama. Un buen campo, como cualquier otro, para despegar en la recta final de una campaña aciaga.






