Beneite afirma que un acusado le confesó la destrucción de pruebas
Efe / Logroño
El excomisario jefe de la Policía Local de Logroño, Fernando Fernández Beneite, que ha declarado este lunes en la tercera jornada del juicio con jurado contra tres agentes acusados de ser presuntos autores de un delito de «infidelidad» en la custodia de varios documentos del expediente de un accidente de tráfico ocurrido en septiembre de 2015, ha afirmado que el principal acusado le confesó en dos ocasiones que había destruido las pruebas de un control de alcoholemia de un conductor que dio positivo en el accidente.
El excomisario jefe, que fue quien puso el caso en conocimiento de la Fiscalía, ha rebatido la versión de los tres acusados y ha explicado que cuando conoció la desaparición de documentos pensó que,«se mirase por donde se mirase, era un delito cometido por alguien de la Casa» -Policía Local de Logroño-.
Ha contado que ese mismo día, el principal acusado le llamó a su teléfono personal «y me dijo que los documentos por los que estaba preguntando los había destruido él, no que hubiera cometido un error», momento en el que «corté la conversación» y le emplazó a una reunión.
En la misma, con un subinspector de testigo, el mismo acusado «contó que había destruido los documentos porque le había llamado la mujer de un amigo y le había dicho que estaba en una mala situación económica y que había tenido un accidente en el que había dado positivo en alcohol».
Según Fernández Beneite, el acusado continuó su relato en la reunión y aseguró que había ido a la oficina de atestados «para que bajaran la tasa de alcohol, en otra prueba», y «allí le dijeron (los otros acusados) que era mejor destruir las tiras de la alcoholemia».
«El acusado decía que interpretó que contaba con la autorización de los otros dos acusados y es lo que veo en las imágenes», ha señalado el excomisario jefe.
Cree que la intervención en el caso del padre de la otra conductora del accidente (también policía local, que declaró el lunes) «fue determinante para que decidieran darle salida al asunto, no se podía tapar».
Se ha referido al vídeo grabado dentro de la oficina de atestados de la Policía Local, donde el acusado «dice que rompe papeles sucios y el resultado de un control de alcoholemia voluntario».
«En ese vídeo se ve cómo se destruyen unas tiras de alcoholemia con una denuncia administrativa, que se corresponden con el aspecto externo de lo desaparecido», ha señalado.
Antes de acudir al fiscal, ha detallado que encargó un informe interno en la Policía Local -a quien le ha sustituido en el puesto-, que «concluyó que había un delito, pero solo proponía una falta leve» y, por ello, Fernández Beneite decidió acudir a la Fiscalía Superior. «Menos mal que fui al fiscal», ha recalcado el exjefe de Policía, para quien, en este caso, «se destruyeron parte de los documentos de un atestado para manipular la verdad» y «cuando se descubrió, se apañó para pagar una sanción administrativa y que no pasara nada».
Dirigir la investigación
Y el actual jefe de la Policía Local, Pedro Galarreta, ha acusado a su antecesor de «dirigir» el informe contra los tres agentes a los que se juzga. Ha relatado que redactó un informe interno sobre estos hechos, «pero siempre en base a lo que me había trasladado Fernández Beneite, ha repetido en varias ocasiones.
«Le dije a él que me estaba poniendo en las manos un posible delito, así que le pregunté que qué quería que hiciera, porque me tenía que ceñir a unos hechos que él daba por probados», ha afirmado, al tiempo que ha asegurado que le dijo al que entonces era su superior que si tenía tan claro lo sucedido -la culpabilidad de los tres acusados- no era necesario un informe y podía continuar con la denuncia ante la Fiscalía.
«Lo puede llamar presión sobre mí o lo que quiera», le dijo al fiscal, «pero hice un informe en base a lo que me dio (Fernández Beneite) y con el presupuesto de que lo ocurrido era una posible alteración de documentos», ha insistido.
Ha reconocido que hay una grabación que respalda «sin duda» una destrucción de documentos, «pero no se puede ver qué papeles son y di por acreditado que eran los de este caso porque lo dijo el jefe». No obstante, para él resulta «inexplicable» que unos policías destruyan documentos, como se ve en el vídeo, «y luego ellos mismos se autodenuncien». Por eso, y por la falta de pruebas sobre qué documentos se habían destruido, la conclusión de su informe fue que «se había cometido una infracción penal incompleta» respecto a la falsedad o destrucción de documentos, no sobre la infidelidad que se juzga ahora».






