Andreu amarra el gobierno con la renuncia de Podemos a apoyar mociones de censura
Feli Agustín /Logroño
Tras más de dos meses de incertidumbre, no exentos de profundos desencuentros -Concha Andreu reconoció este miércoles que llegó a pasarle por la cabeza la posibilidad de que esta comunidad pudiera estar abocada a nuevas elecciones-, la candidata socialista logrará en agosto lo que parecía imposible en julio y se convertirá el jueves 29 en la primera presidenta del Gobierno de La Rioja, poniendo fin a 24 años de gobiernos populares.
La propia Andreu, junto a las diputadas Henar Moreno (IU) y Raquel Romero (Podemos), que concurrieron a las autonómicas en la lista de Unidas Podemos (UP), y Joaquín Giró, representante de Equo, que se ha mantenido durante este tiempo fiel a los postulados defendidos por la formación morada, firmaron este miércoles un acuerdo para un gobierno de «izquierdas y progresista» que, en principio, garantiza la estabilidad y gobernabilidad del ejecutivo durante toda la legislatura, «para la aprobación de presupuestos y medidas de carácter legislativo».
De hecho, la socialista ha logrado el aval de sus compañeros de viaje que, entre los puntos suscritos, se comprometen a no apoyar mociones de censura y a crear una comisión de seguimiento del pacto, que marcará las directrices de la política presupuestaria.
Andreu, que no quiso desvelar la composición orgánica del nuevo ejecutivo hasta que no sea elegida presidenta, sí confirmó que estará al frente de un gobierno de coalición, en el que una representante de Podemos, todavía sin determinar, ocupará la consejería de Participación, Derechos Humanos y Cooperación al Desarrollo en un gabinete paritario que contará con el apoyo externo de IU.
Aunque eludió confirmar que tendrá nueve consejerías -una más de las previstas para dar entrada a Podemos-, la futura presidenta sí confía en que el nuevo gobierno esté en marcha en septiembre.
«El PSOE tenía la obligación de llevar a buen puerto el mandato de los riojanos de conformar un gobierno estable, progresista y de izquierdas», argumentó Andreu, a quien los 15 diputados y la «fuerza» del PSOE le han impulsado a «trabajar» para concretar un acuerdo que es prácticamente similar al que alcanzó el pasado 4 de julio con IU, formación que ha supuesto un «soporte imprescindible». Así, el pacto se asienta en ocho puntos, que apuntan al desarrollo económico y el bienestar social, la lucha contra la pobreza infantil y una política fiscal «justa, progresiva y suficiente», en un marco de igualdad, desarrollo sostenible y regeneración política.
La «impronta» de Podemos
La diputada de Podemos, Raquel Romero, cuyo voto negativo en la sesión de investidura de julio dio al traste con el primer intento de la candidata socialista de convertirse en presidenta, dijo que era un día de «alegría», gracias a la consecución de un acuerdo «generoso y necesario» para poner fin en La Rioja a un cuarto de siglo de gobiernos de derechas.
«Es un acuerdo muy ambicioso», considera la parlamentaria morada que entiende que recoge las demandas de la sociedad riojana.
Reconoció que se basa en el acuerdo que mantenían PSOE e IU, en el que Podemos quería «imponer, no perdón, dejar su impronta» y justificó el cambio de actitud producido en tres semanas en el hecho de que, además de un pacto programático, aspiraban a uno de gobierno, porque es la mejor manera de conformar un ejecutivo estable.
Diego Mendiola, coordinador de IU, que se mantiene firma en su negativa a entrar en el gobierno, refrendó el pacto que rubricó en julio con el PSOE, centrado en ámbitos «programáticos», y que debe marcar «un antes y un después» en el devenir de la historia de La Rioja.
«No podíamos quedarnos al margen, teníamos que estar ahí, arrimando el hombro», dijo Mendiola, con la convicción de que el programa de gobierno introducirá cambios profundos que beneficiarán a los riojanos.
Con todo atado, el pleno de investidura se celebrará el lunes y martes, fecha en la que se votará la candidatura de Concha Andreu, que logrará la presidencia gracias a los 15 votos del PSOE y los dos de las diputadas de Izquierda Unida y Podemos.
El jueves 29 se celebrará el acto de toma de posesión en la Plaza del Parlamento, un escenario escogido por la propia presidenta para ganar espacio respecto al interior de la Cámara.






