Gamarra afirma que la CPAR ofreció datos inciertos y apunta la subida de licencias exprés
Feli Agustín / Logroño
La alcaldesa de Logroño, Cuca Gamarra, se defendió el jueves de las manifestaciones vertidas de víspera por la Asociación de Construcción, Promoción y Afines de La Rioja (CPAR), en las que acusaba a funcionarios y responsables del Ayuntamiento de la «paralización» de servicios municipales como urbanismo, y apuntó que algunos de los datos ofrecidos por su secretario general, Juan Ramón Liébana, no son ciertos. Es más, se está produciendo un «importante crecimiento» en las licencias exprés dando salida a muchos procedimientos que no son licencias comunicadas, afirmó la alcaldesa, que refrendó las explicaciones ofrecidas el miércoles por el portavoz municipal, Miguel Sáinz, quien explicó que es necesario contar con un informe de la Agencia Española de Seguridad Aérea para poder instalar grúas. «Hay una nueva normativa que ellos tienen que cumplir, y nosotros tenemos que exigir que se cumpla», constató Gamarra, quien informó de que el Ayuntamiento trabaja con la Agencia para agilizar el proceso.
Los sindicatos
Y CSIF y UGT exigieron el jueves a Juan Ramón Liébana que pida disculpas a todos y cada uno de los 800 trabajadores del Ayuntamiento de Logroño, a los que acusó de «desidia y dejadez».
Así, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios le conminó a una pronta rectificación pública «ante sus graves acusaciones difamatorias» y afirmó que no va a permitir que se ponga en duda la profesionalidad y el celo con que realizan su trabajo la mayoría de los funcionarios de Logroño.
«Es inadmisible que el máximo responsable de la CPAR acuse de dejación de funciones a todos los funcionarios del Ayuntamiento, y localice el origen de todos los problemas a la situación de conflicto existente entre los mismos con el equipo de Gobierno», señala CSIF, que añade que, si se detectan problemas en la gestión, se debe pedir una respuesta a quien ocupa la máxima responsabilidad, y no a los trabajadores que, en general, cumplen escrupulosamente las indicaciones de los mandatarios. Reivindica el «compromiso y la responsabilidad» con que realizan habitualmente su trabajo la inmensa mayoría de los funcionarios municipales, «a pesar de los grandes recortes en materia de personal que están sufriendo muchas unidades».
Y UGT insta a Liébana a recapacitar respecto a las opiniones «gratuitas y desafortunadas» referidas a los empleados municipales, al tiempo que coincide con CSIF en resaltar la «encomiable» labor que desarrollan los trabajadores municipales, donde falta personal y existe una «irregular» organización de los puestos de trabajo.
«Es muy fácil utilizar al empleado público como chivo expiatorio cuando el trasfondo de su denuncia -de la CPAR- parece ser única y exclusivamente política», según UGT, quien califica de «injusto» culpabilizar a los empleados municipales de las carencias en personal, desorganización de las plantillas o los sistemas de trabajo.






