El Ayuntamiento destinará parte del superávit al soterramiento para evitar pedir un crédito
Agencias / Logroño
El pleno del Ayuntamiento de Logroño aprobó el jueves, con los votos a favor de los grupos Popular, Socialista y Ciudadanos, que 9,2 millones de euros del superávit municipal de 2016 se destinen al soterramiento del ferrocarril y, así, el Consistorio no tendrá que pedir un crédito por ese importe.
El pleno adoptó este acuerdo después de que la alcaldesa, Cuca Gamarra, subrayara que el soterramiento del ferrocarril es absolutamente necesario, «pero también hay que afrontar cómo se paga». Destacó que el Ayuntamiento tiene capacidad para afrontar este pago gracias al superávit que obtiene y, además, mantiene la capacidad de seguir invirtiendo.
También reconoció que la búsqueda de una refinanciación de todo el pago del soterramiento -unos 220 millones de euros en total-, que se busca desde 2015 «no está siendo fácil» e «invitó» a la oposición a ser «proactiva» para buscar una entidad que ofrezca mejores condiciones financieras que las de esa operación.
Gamarra reprochó a algunos grupos de la oposición «no atreverse a decir que el soterramiento no es necesario» porque «eso no da votos», aunque,»en realidad, ese es un debate superado en Logroño, que solo responde a la demagogia de algunos»
El superávit económico permite al Ayuntamiento «pagar y tener capacidad de seguir invirtiendo» y no considera que sea viable utilizarlo para reducir impuestos, como pidió Ciudadanos.
«Lo que sí es cierto es que tener superávit permite no tener que subir impuestos», aseguró Gamarra, quien incidió en que «no es cierto que al Ayuntamiento le sobra el dinero, sino que se consigue cerrar en positivo -el pasado ejercicio- y eso permite tener capacidad y autonomía para garantizar muchos servicios, más de los que son nuestra obligación».
Antes de la intervención de la alcaldesa, la concejala de Hacienda, Mar San Martín, justificó la propuesta del Ayuntamiento en el objetivo de reducir deuda y también cumplir con obligaciones de pago del soterramiento y señaló que el superávit permite afrontar esta partida y también «es más que suficiente» para el pago de facturas no tramitadas en el cierre del pasado ejercicio.
Con esa decisión «liberamos endeudamiento de ejercicios futuros», aseguró la edil, quien explicó que Logroño «está lejos de los límites legales de endeudamiento, pero creemos que es bueno no pedir más».
Así, detalló que el Ayuntamiento prevé cerrar 2017 con una «deuda viva» de 51,8 millones de euros, «una cifra óptima», puesto que es el 39 % de los ingresos, cuando el límite es del 75 %, lo que avala de Logroño dispone de «un colchón ventajoso».
Valoración de la oposición
Los grupos Socialista y Ciudadanos votaron a favor, aunque expresaron algunas consideraciones sobre esta cuestión, como que, «en 2021, el Ayuntamiento deberá afrontar un pago de 34,5 millones de euros y, por eso, hay que avanzar en la refinanciación del crédito global», afirmó la portavoz del PSOE, Beatriz Arraiz.
Además, aseguró que el superávit se logra a costa de una inversión nula, de reducir plantilla y de contabilizar los gastos de 11 meses y no de 12. En esa línea, el portavoz de Ciudadanos, Julián San Martín, cuestionó «porqué se tiene superávit en vez de reducir impuestos», aunque respaldó la propuesta.
En contra votó Cambia Logroño, para cuyo portavoz, Gonzalo Peña, el soterramiento del ferrocarril es una «hipoteca de la ciudad hasta 2032» y, aunque «es necesario, es imposible apoyar cómo se han hecho las cosas, sobre todo porque en pocos años se va a duplicar la deuda». El grupo Mixto se abstuvo porque «es bueno no pedir un crédito», pero «el método elegido para pagar el soterramiento no es bueno para los logroñeses», según su portavoz, Rubén Antoñanzas.
Este punto centró la primera parte del pleno, en el que se aprobó una declaración institucional en la que se reclama el respeto del derecho internacional y europeo en el Sahara Occidental.






