NR / Logroño
El Calzados Robusta y el Huesca se juegan esta noche Palacio, (21 horas) la permanencia en la categoría, en la última jornada de una Oro que, en torno a las 23 horas, conocerá la identidad y posición de los ocho equipos que pelearán por la segunda plaza de ascenso a ACB (la pasada semana, el Gipuzkoa se proclamó campeón y ocupará la plaza en la élite del recién descendido Manresa) y quién acompañará a Marín en su regreso a la LEB Plata.
Para desgracia de los aficionados riojanos al baloncesto, el Clavijo tiene serias opciones de decir adiós a una categoría a la que arribó hace ahora seis años.
Porque los logroñeses, aunque han conseguido llegar con vida a la última jornada, no dependen de sí mismos. Y no lo hacen, fundamentalmente, por dos razones: porque el pasado 31 de marzo fueron barridos del Palacio por el Huesca que no sólo se llevó la victoria sino que se apuntó el basketaverage (53-73), factor que será decisivo en la permanencia de los nuestros, y porque el equipo de Antonio Pérez no ha sido capaz de ganar en las difíciles canchas de Burgos o Palencia.
Porque si losriojanos llegan vivos al esprint final, lo hacen en gran parte por el demérito ajeno de un Huesca que ha encadenado tres derrotas consecutivas, lo que alimenta el sueño de salvación logroñés. Sólo si suman un cuarto tropiezo consecutivo, el Clavijo podrá soñar con la Oro. De lo contrario, caerán al abismo de la LEB Plata.
«Ganar o ganar»
«Ganar o ganar y que no lo haga Huesca» es la consigna de Antonio Pérez, que como entrenador ya salvó una situación similar.
Los riojanos juegan esta noche con un Lleida ya de vacaciones pero la cabeza de los aficionados estará en Huesca, donde a la misma hora arranca el Peñas-Cáceres.
Al preparador ferrolano tendrá que saber leer el encuentro del Palacio pero también «conseguir que los jugadores se centren en lo que suceda en la cancha y se aíslen del resto porque tenemos que exprimir al máximo nuestras opciones, que son pocas».
Hace quince días, los riojanos dieron cumplida cuenta del Cáceres y ahora deberán hacer lo propio ante un Lleida que llega a Logroño sin nada en juego.
Los ilerdenses son del agrado del técnico gallego porque «hacen un básquet moderno, con un juego dinámico». Eso sí, se les ha hecho la temporada muy larga: «Empezaron liderando la categoría en las seis primeras jornadas pero en los dos últimos meses han luchado por engancharse a la novena plaza pero no lo han conseguido».
Si la fe y Pressley es el motor que anima al Clavijo en estas últimas jornadas, el equipo de Borja Comenge depende de la versatilidad de Nevels, que promedia 15 puntos de media tras debutar el año pasado en EBA, así como de «la conjunción de los bases Simeón y De Celis, la calidad constrastada de Feliu y el aporte interior de Demetrio, Alzamora, Papa o Martí». Pero la necesidad local es mayor que el acúmulo de virtudes ilerdense aunque quizás con eso no baste.
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