El Robusta, en manos del Cáceres
NR/ Logroño
El próximo viernes, a las once de la noche, se sabrá si el Calzados Robusta sigue siendo equipo de Oro. Las cuentas son claras. El Clavijo debe ganar al Lleida en el Palacio y el Huesca perder ante el Cáceres. Es decir, el futuro de los riojanos está en manos de los extremeños.
Lo está porque el Calzados Robusta volvió a fallar este viernes lejos de Logroño. Los de Antonio Perez perdieron por 89-77 y sólo la derrota del Huesca en Melilla (79-67) aplaza el descenso de los riojanos.
Eso sí, el Calzados Robusta soñó con la salvación. Al menos durante el primer cuarto. Gracias a la inspiración de Bryce Pressley, el mejor del partido, los riojanos se adelantaron con un ilusionante 6-12. Pero los locales reaccionaron y al final del primer parcial, la ventaja era mínima (18-20).
El Robusta sobrevivía aunque el Palencia no tardó en tomar la delantera ante un Clavijo sustentado en tres de sus norteamericanos.
Pressley (23 puntos al final del partido), Bonifant (15) y Norris (11) dieron la cara en un Clavijo que perdió sus referencias interiores y llegó al descanso diez abajo (45-35), tras un preocupante parcial de 27-12.
El Clavijo reaccionó tímidamente pero la conexión Dani Rodríguez-Urko Otegi siguió castigando a un Robusta que, pese a apretar el marcador (llegó a ponerse cuatro abajo: 58-54), se fue al último parcial perdiendo por ocho (65-57).
Y, en los últimos diez minutos, los de Antonio Perez bajaron los brazos ante los Otegi, Barones, Blanch o Dani Rodríguez. El Palencia, con una actuación coral, apuntaban a la cuarta plaza mientras que los riojanos sólo miraban a Melilla.
En la Ciudad Autónoma, el Huesca encadenó su tercera derrota consecutiva ante un Melilla que siempre fue por delante en el marcador. Sólo si el Huesca vuelve a caer en casa (ante un Cáceres que nada se juega en tierras altoaragonesas) el Calzados Robusta podrá soñar con la salvación.
Aunque todo apunta a que el sueño acabará en pesadilla.






