Una bodega riojana compra el hotel de Ruavieja de Logroño
Bárbara Moreno / Logroño
El hotel de la calle Ruavieja de Logroño en una casa fortaleza, que nunca llegó a abrir y que parecía imprescindible para revitalizar esa zona del casco antiguo, podría estar más cerca de abrirse. De hecho, empresarios bodegueros de Finca La Emperatriz lo han adquirido este mismo año 2017 para poder abrirlo en cuanto puedan.
El empresario explicaba este miércoles a este medio que están en contacto con operadoras y hoteleros para que lo gestionen y pongan en marcha. «Tenemos conversaciones bastante avanzadas, hay interés, pero hasta ahí podemos leer». Esta sería la primera opción, sin descartar aún ocuparse ellos mismos de la gestión.
En cualquier caso, no se atreven a dar fechas de apertura del hotel de cuatro estrellas.
Y no solo han comprado el hotel, sino los apartamentos que lindan por el patio interior, (12 viviendas de la calle Marqués de San Nicolás), de forma que están sopesando si abrir los apartamentos turísticos o adherirlos al servicio del propio hotel.
Se trata de un pequeño hotel de lujo de cuatro estrellas que nació con la idea de dedicarse al vino. Lo adquirió y construyó Comsa, pero por problemas financieros lo perdió. Está ubicado en lo que fuera la estructura de torre fuerte en el siglo XIV rehecha en el XVI. Desde Comsa ya indicaban en 2013 que iban a abrirlo ese mismo año.
En aquél año las obras estaban prácticamente acabadas, estos empresarios riojanos lo han adquirido concluido, «solo para amueblar». Y ponderan el buen estado en el que se encuentra con todo a estrenar, su distribución y el gusto con el que fuera diseñado.
El hotel, en el PERI Mercaderes ofrece 30 habitaciones de las que 10 son suites, que son las que se encuentran precisamente en el torreón reformado. En su momento se ideó crear un spa en el subsuelo, junto a una bodega. Cuestiones que podrían quedar a merced del operador, porque no se llegaron a construir. En su momento, desde Comsa, indicaron que la obra de construcción junto a la compra del suelo había costado 5 millones .
Las obras se paralizaron en 2013, y en 2015 desde el Ayuntamiento indicaban que Comsa iba a acabar el hotel porque iba a llegar a un acuerdo con un acreedor. Ha sido en 2017 cuando se ha comprado y se podría estrenar, tras cuatro años desde que acabara la obra.






