Los crímenes también están en cuarentena
Bárbara Moreno / Arnedo
En enero y febrero dos crímenes conmocionaron a la sociedad riojana por darse además tan cercanos en el tiempo, y en las circunstancias en las que se dieron. Pero, ¿qué ha sido de las investigaciones? ¿Y de su interés en prensa? El confinamiento parece haber parado todo.
El primero el 27 de enero, una niña, Carolina de cinco años, fue encontrada muerta en un hotel de Logroño, a la que descubrieron cuando un vecino avisó a la policía de que una mujer se estaba intentando tirar por la ventana del hotel, fue cuando entraron a la habitación y vieron a la niña muerta, a la mujer con heridas por las manos y la habitación llena de sangre. Y se descubrió que la abuela había estado también en esa habitación, que se habían ido de Haro, no habían devuelto la niña a su padre que era el que tenía la custodia. Y habían escrito cartas en las que se podría sospechar que algo malo iban a hacer.
La abuela apareció muerta al día siguiente en las aguas del Ebro, cerca de donde dejó su bolso con el cuchillo con el que su hija, (y madre de la niña) se habría hecho las heridas de las muñecas. Esta acabó en la cárcel (como supuesta autora o coautora) a espera de juicio. Y, mientras tanto se hizo la autopsita para saber cómo fue asesinada la niña, se cree que por ahogamiento, pero la hora de la muerte era clave para saber si podría haber sido la abuela, que desapareció de la escena del crimen unas 10 horas antes de encontrar a la niña, o si había sido la propia madre. Pero como explicaron expertos en esos momentos, la autopsia de una niña tiene que ser mucho más exhaustiva porque no se puede precisar la hora de la muerte con la temperatura de los órganos vitales como en un adulto, sino que tendrían que hacer alguna prueba más en los ojos.
Pues bien, con este escenario, antes del confinamiento se estaba a la espera de conocer esa segunda prueba de autopsia y de recibir los resultados en los tribunales que llevan el caso. Y, según han especificado desde el Tribunal Superior de Justicia de La Rioja, no hay novedades, se sigue a la espera ´y pendientes´ de recibir esa autopsia. Por lo que tres meses después podría ser que las investigaciones se han quedado en un impasse como el resto del mundo. Si bien, en este caso, para la policía el caso está más o menos cerrado, teniendo en cuenta que si no ha sido la madre, ha sido la abuela, o las dos (en coautoría).
Sin detenciones
Pero, ¿y qué pasa con el segundo crimen del profesor jubilado asesinado que llenó portadas de periódicos justo antes del confinamiento? Porque según ha constatado Policía Nacional a este medio, no ha habido detención alguna. Por lo que el asesino o asesina sigue suelto o suelta, y cuanto más tiempo pase, más tiempo gana para prepararse una mejor coartada o para borrar huellas.
Pedro José Sáez, de 75 años, apareció muerto con heridas de gran gravedad por apuñalamiento en su casa el 18 de febrero. En concreto se encontró el cuerpo en el suelo de la cocina, y se halló gran cantidad de sangre por toda la estancia, y la puerta de casa no fue forzada ni manipulada para abrirse, por lo que fue la víctima la que abrió. En la escena del crimen apareció un cuchillo de grandes dimensiones manchado de sangre. Y en la autopsia practicada a Pedro José recogieron muestras de ADN que enviaron a Madrid para su estudio (en La Rioja no se puede hacer). Si bien, han pasado 2 meses y no ha habido detención alguna, por lo que se podría estimar, que la investigación podría estar retardándose. Desde el TSJR indican que el caso está bajo secreto de sumario por lo que no pueden ofrecer ninguna información al respecto.
Y desde Policía Nacional explican que las investigaciones siguen su curso. Y con este reportaje solo se quiere recordar no obstante estos crímenes aún sin resolver de los que no se ha vuelto a hablar porque ciertamente, la pandemia, la alerta sanitaria, y el confinamiento nos ha llevado a otra realidad paralela en la que parece que se hubiera parado el mundo.






