«Cada paso que se dé ha de ser firme, no tengamos que volver atrás porque no se ha hecho bien»
Feli Agustín / Logroño
En un ambiente de total colaboración, el Gobierno de La Rioja celebró este martes la segunda reunión de la mesa para la reconstrucción económica y social, que reunió a la presidenta y los consejeros de Hacienda, Desarrollo Autonómico y Salud con los alcaldes las cabeceras, -la de Haro, Laura Rivado, y Torrecilla, Sergio Martínez, lo hicieron de manera telemática-, con el objetivo de preparar la desescalada.
A pesar de que el encuentro tuvo lugar por la mañana, antes de que Pedro Sánchez informara del plan para volver a la normalidad [al fin y al cabo ya había dado algunas pistas], no fue óbice para que tanto la presidenta como los alcaldes avanzaran que seguirán al milímetro las pautas marcadas por el Gobierno central, que plantea una desescalada gradual, progresiva y asimétrica, esto es diferenciada por zonas. Aunque en principio el Gobierno central lo prevé por provincias, Sánchez avanzó en su comparecencia que cada comunidad podrá adaptarlo a la evolución de la pandemia, aunque con el visto bueno del Ministerio de Salud.
Con estos pilares, La Rioja acometerá una desescalada asimétrica.una acepción que Concha Andreu no utilizó, pero que varios de los alcaldes que explicaron los términos de la reunión, dieron por hecho. «No es lo mismo Cameros que Logroño», constató la presidenta, que, no obstante, reiteró que las medidas que se tomen habrá que adoptarlas unidos y de forma coordinada. Así pues «nos ceñiremos única y exclusivamente a lo que el Ministerio diga» porque solo esa coordinación entre municipios y los distintos territorios de España, entiende Andreu, puede conducir a una salida definitiva.
Esta desescalada será también progresiva, pero con la intención de que sea definitiva; «cada paso que se dé ha de ser firme, no tengamos que volver atrás porque no se ha hecho bien», alertó la presidenta riojana, que alabó la actitud de los alcaldes, «que no quieren ser necesariamente los primeros, sino que quieren que se camine con firmeza».
Los primeros ediles de las cabeceras ya presentaron ayer sus iniciales demandas al Gobierno para esta desescalada, como el uso de los remanentes municipales para ayudar a pequeños comercios u hostelería o aumentar el techo de gasto.
«Tenemos un plan estudiado para el comienzo de la actividad industrial y empresarial, cómo deben reforzarse los servicios de prevención de riesgos laborales en cada una de las empresas», adelantó la jefa del Ejecutivo, que se comprometió a reforzar la atención primaria.
Javier García: «O salimos juntos o no salimos»
El alcalde de Arnedo, que ha propuesto que la mesa perdure en el tiempo, razonó que entramos en una fase «crucial», donde es importante no cometer errores.
García confesó haber recibido presiones, pero resaltó que los alcaldes han de ser determinantes y hacer cumplir las normas que dicten las autoridades científicas. «No estamos para decir a los vecinos lo que quieren oír, sino lo que tienen que oír», afirmó el primer edil de Arnedo, que opina que debe haber pautas comunes, «que respetaremos y acataremos» dentro de la asimetría que articulará el proceso de desescalada.
Pidió a los vecinos empatía para los responsables municipales, que «van a tomar decisiones muy complicadas» y, aunque reconoció sentirse orgulloso de que en Arnedo se hayan fabricado 150.000 batas reutilizables, afirmó que «han hecho lo que tenían que hacer».
García, en una cabecera menos castigada por la pandemia, apeló a la unidad, la cooperación y la lealtad porque «o salimos juntos o no saldremos.
Elisa Garrido: «Debemos hace pedagogía y explicar las diferencias en la desescalada»
La alcaldesa de Calahorra defiende que las medidas se adopten poco a poco, en base a las recomendaciones médicas, y evitando decisiones populistas que «nos obliguen a volver atrás».
«Habrá que hacer una labor pedagógica para explicar las diferencias, porque va a ser difícil gestionar cómo es unos municipios se pueden hacer unas cosas y en otros no por la diferente prevalencia de la enfermedad», avisó Garrido, que ya avanzó «que no vamos a estar todos en la misma situación».
La alcaldesa de la segunda ciudad de La Rioja apela a la lealtad y la coordinación, las mejores herramientas para «llegar todos juntos a la mejor meta para la reconstrucción».
Pablo Hermoso de Mendoza: «Nos preocupa quien lo está pasando mal»
El alcalde de Logroño plantea usar los remanentes municipales para ayudar al comercio y la restauración y considera que hay que aprovechar la reconstrucción para poner el foco en dos de los principales ejes de su gobierno:la digitalización y la economía verde.
Pablo Hermoso de Mendoza mostró su disposición a coordinarse y a seguir a pies juntillas los parámetros de la autoridad sanitaria.
«Estamos aquí para cumplir escrupulosamente lo que las evidencias científicas y médicas nos digan», afirmó el alcalde, que confía en hacerlo de la mejor manera posible para que no haya rebrotes.
«Nos preocupa la gente que lo está pasando mal», reconoció, a la vez que señaló que es necesaria una actividad económica pujante para que nadie quede atrás.
David Mena: «Cada golpe lo he recibido como propio»
David Mena, el alcalde de la localidad más castigada por el coronavirus, mostró su lealtad sin fisuras al Gobierno, cuyo esfuerzo valora, lo que no es óbice para que pida la realización de tests masivos. «Ya sé que lo contemplan, pero cuantos más, mejor», opina Mena, que solicitó a Andreu poder usar el superávit del Ayuntamiento para ayudar al comercio y pequeños empresarios.«Estamos a su disposición», aseguró el alcalde de Santo Domingo, que dijo que ha sentido presiones y cada golpe como si fuera propio; «los he sentido como si fueran míos», confesó, al tiempo que insistió en solicitar más material sanitario y vigilancia de la residencia de mayores.






