El comercio apela a elaborar un plan para la reapertura tras la pandemia
Feli Agustín / Logroño
Los alrededor de 6.000 comercios minoristas riojanos, que habían empezado el año con buen pie -en febrero habían aumentado las ventas un 5,6% y el empleo en un 1,2%, en ambos casos por encima de la media nacional-, se enfrentan a un futuro desconocido y poco halagüeño, después de que muchos establecimientos del sector permanezcan ya 40 días en cuarentena debido al estado de alarma decretado por la incidencia del coronavirus. «La sensación que reina es de incertidumbre, no somos capaces de vislumbrar el futuro, aunque pensamos que las aperturas van a ser paulatinas y va a costar que la gente salga de casa », vaticina Fernando Cortezón, presidente de la asociación de comercio de la Federación de Empresas (FER) y responsable de la misma área de la Cámara, quien, propietario de la librería-papelería Escala mantiene, aunque muy disminuido de personal, el negocio abierto desde el primer día.
Con un horizonte poco alentador a corto plazo, cree imprescindible la redacción de un plan conjunto entre el sector y las administraciones para favorecer la reapertura para el comercio, que supone el 12% del PIB regional, «Necesitamos campañas, bien de publicidad o ayudas directas, una chispa que incentive el consumo en el comercio local», pide Cortezón, que no niega que el sector deberá hace esfuerzos, entre los que destaca incentivar el reparto a domicilio o aumentar las medidas de seguridad en los locales.
De entre los establecimientos más perjudicados, cita a los comerciantes de ropa, que tienen la colección «encargada, pagada y guardada», y a los que augura que costará salir adelante, por lo que invita a la complicidad de los consumidores.
Mirar hacia casa.
Cortezón pone el foco de sus críticas en Amazon, la gran plataforma de comercio electrónico, que se ha erigido como su gran competidor. «Ves a gente dando vueltas con paquetitos que llegan de China, algo que medioambientalmente es insostenible», constata, al tiempo de duda de la calidad del empleo que ofrece la plataforma y resalta que «no deja ni un duro para nuestros médicos, nuestros policías o carreteras». Entiende que la situación de pandemia ha dejado palpables sus carencias en contraposición a la rápida respuesta de empresas y comerciantes locales, que están fabricando elementos de protección o los han repartido, como en el caso de la FER, por lo que apela a los consumidores a depositar la confianza en el «competitivo» comercio local, que «contrata y tributa».
«Espero que todo el mundo va a a reflexionar y pensar más en lo que nos convenga que en lo que nos conviene», confía Cortezón, que mira el futuro con cierta «ilusión» a pesar del negativo escenario porque «no tenemos otra opción que seguir adelante, porque los pequeños negocios forman parte de pueblos y ciudades, están arraigados en la sociedad, generan empleo de calidad y paga impuestos».






