‘Pido perdón; me arrepiento de todo’, dice el acusado de los apuñalamientos de Lleida
EFE /Lleida
El juicio a Alejandro R.V., el estudiante riojano de Medicina acusado de apuñalar a cinco personas en plena calle en Lleida el 22 de septiembre de 2014, presuntamente por motivos xenófobos, ha quedado este jueves visto para sentencia con una vista que ha finalizado con el acusado pidiendo perdón a las víctimas.
En el momento del derecho a decir la última palabra que el juez le ha ofrecido, Alejandro, que el primer día del juicio se negó a responder a las preguntas de las acusaciones y de su propio abogado, ha decidido hablar para pedir perdón.
‘Pido perdón a las víctimas, a sus familias y a la mía propia, por los daños causados. Me arrepiento de todo, no fue voluntario, no me pude controlar, lo siento, pido perdón por ello’, dijo.
Esta petición de perdón va en consonancia con las declaraciones que realizó después de los hechos ante los Mossos y en sede judicial, que esta mañana se han leído a petición de las partes, ya que el acusado no había declarado en el juicio.
En estas declaraciones, el acusado relató los acuchillamientos y explicó que el día de los hechos le sobrevino uno de los múltiples ataques de rabia que sufría en los últimos dos años y en los que le entraban ganas de matar a alguien.
Unos ataques que en las anteriores ocasiones había conseguido calmar acuchillando cojines y dando golpes a las paredes pero que ese día, según su versión, no pudo controlar, así que salió a la calle armado con un cuchillo y un machete y empezó a pinchar, según él, a todo el que se encontró por delante, sin mirar cómo era.
El ministerio público considera que se dan en su caso las agravantes de alevosía, reincidencia y racismo, que no concurre la atenuante de confesión porque estaban a punto de identificarle, y que lo que pasó es que confluyó en él un trastorno antisocial de la personalidad con un adoctrinamiento en los apostolados de la extrema derecha.
Las acusaciones particulares también consideran acreditados los cinco intentos de asesinato por motivos racistas con alevosía y que no confluye en el acusado eximente o atenuante alguna.
Por último, el abogado de la defensa ha descartado que su defendido actuara con premeditación o sabiendo lo que hacía.
¿Cómo se puede ser tan cutre cómo para atacar a cinco personas a cara descubierta, a plena luz del día, si estás plenamente capaz, huyendo después a pie con chanclas durante 40 kilómetros? ¿Qué tipo de planificación es ésa, qué huida es ésa para un estudiante de medicina? Hay algo que falla, que no es coherente, señaló.
Asimismo, ha insistido en que su defendido sufrió un brote psicótico delirante y que no actuó por motivos racistas.
‘Nos guste o no nos guste, de las cinco víctimas cuatro son extranjeras, pero la única a la que atacó de frente y le pudo ver los rasgos es española. No fue un ataque racista, sentía odio por todo el mundo y no distinguió a los que eran extranjeros de los que no’, ha concluido.
En total, la Fiscalía pide para el acusado 81 años de cárcel (86 las acusaciones particulares) por cinco delitos de tentativa de asesinato agravado (14 años por cada tentativa), un delito de lesiones agravadas (5 años más) y un delito de incendio (6 años de prisión).
La defensa solicita que se le declare inimputable y que se le ingrese en un centro psiquiátrico.






