El contrato de jardines apunta a lograr la ciudad verde europea
Feli Agustín / Logroño
Un año antes de que entre en vigor, en marzo de 2021, el equipo de Gobierno ha informado este lunes de las características del pliego del contrato de zonas verdes de Logroño, que saldrá a licitación en junio, con un presupuesto de 5,9 millones -un 5,6% más-, aunque los responsables municipales confían en que la adjudicación se produzca a la baja.
Así lo prevé el concejal de Desarrollo Urbano, Jaime Caballero, quien, junto al de Medio Ambiente, José Manuel Zúñiga, ha informado de las novedades que introduce el nuevo contrato de zonas verdes, que se licitará tras una prórroga del que está en vigor, que fue adjudicado a Eulen en 2008.
El contenido del nuevo pliego, que introduce importantes modificaciones, obedece al deseo del Ayuntamiento de convertir a Logroño en ciudad vede europea, de tal manera que se adapta a uno de los ejes del plan de gobierno municipal. «Cuando llegamos al Gobierno nos encontramos una propuesta de pliego que no mejoraba ni obedece a nuestro propósito de un modelo de ciudad más sostenible», ha justificado Caballero, quien ha detallado su aspiración de un Logroño más «naturalizado» para lo que se requiere la reducción del consumo de agua, energías sucias y elementos químicos nocivos.
Sobre esta base, además de cuestiones medioambientales , introduce aspectos de carácter socio-económico, que ha detallado Zúñiga, quien ha informado de que la duración del contrato será de cuatro años -la mitad que el último- prolongable por dos más, al igual que el actual, que, no obstante, se ha alargado un año más.
Una de las principales novedades del nuevo pliego, que tendrá compleja tramitación, es la división del contrato en tres lotes, dos de similar cuantía, para responder a la finalidad de dar tratamientos diferenciados a los parques urbanos de los periféricos, «buscando una transición suave con el campo», y otro «más pequeño», de 396.000 euros, que tendrá como objetivo el parque de La Grajera, y facilitará el acceso a empresas «más pequeñas».
«Es uno de los principales contratos municipales», ha constatado el edil de Medio Ambiente, que detalló que entre sus 90 trabajadores se exigirá la presencia de de especialistas en evaluación del riesgo del arbolado y en la gestión sostenible de las zonas verdes. El contrato valorará también el fomento de la igualdad o mejoras en las condiciones de trabajo, apoyando la conciliación familiar y la formación de los trabajadores.
Trabajo a mano y máquinas reutilizables
Con la ciudad vede europea en el horizonte, el pliego introduce una serie de exigencias encaminadas a la naturalización de una ciudad que es la sexta de España en superficie de parques por habitante.
Así, entre algunos de los requerimientos que han de cumplir los adjudicatarios, figuran la redacción de un plan de gestión de zonas verdes, destinado a mayor biodiversidad; la prohibición del uso de glifosato; menos podas o siegas; o un trabajo más apoyado en las personas que en las máquinas. Se elimina, además, la obligatoriedad de maquinaria nueva al inicio del contrato y se apuesta por un sistema de sustitución progresiva de la maquinaria cuando alcanza su vida útil o cuando la mejora en reducción de ruido y contaminantes es sustancial.
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