Locos por la desinfección, que viene para quedarse
Bárbara Moreno / Arnedo
Con el coronavirus, toda limpieza que se pueda hacer ahora es poca, desinfectamos manos pero también zonas comunes o los establecimientos que han quedado abiertos, todos los puestos en las empresas de producción, u otros locales ya están pensando en cómo desinfectar a conciencia para cuando puedan volver a abrir. ¿Será esto a partir de hora una cotidianeidad más? ¿Nos servirá para cambiar los hábitos? Las empresas de limpieza y desinfección se afanan más que nunca en estos trabajos, si bien llevan haciendo tratamientos de desinfección con equipos generadores de ozono como poder antibacteriano y antiviral más de 10 años. Pero ahora, este método se está poniendo de moda, y la solicitud de este tratamiento a las empresas de desinfección es cada vez mayor.´ ´De hecho según la OMS el ozono es el desinfectante más eficiente para todo tipo de microorganismos, y no deja residuos peligrosos´.
Es un tratamiento que en gasolineras se ofrece desde hace años. Y que, precisamente ahora, con el coronavirus, hay estaciones de servicio que lo ofrecen gratis a coches de sanitarios y de Cuerpos y Fuerzas de Seguridad. En hospitales se está utilizando. Incluso ha habido en La Rioja, según informó la semana pasada Guardia Civil, un caso en el que un empresario intentó sacar al mercado máquinas pequeñas para domicilios que producían ozono pero sin homologar.
´Es un tratamiento de desinfección natural, sin producto químico, nosotros por ejemplo lo llevamos haciendo más de 10 años, en cámaras de frutas, almacenes de alimentación, en domicilios particulares. Y ahora hemos incrementado el uso, a petición de los clientes, en farmacias, empresas de producción, oficinas, más domicilios, hoteles, ayuntamientos o por ejemplo en granjas de pollos´, explica Teo Pérez, gerente de la empresa de Limpiezas y Desinfección Barpal.
El tratamiento consiste en una maquina que genera ozono, a través de un generador enchufado a la red que recibe el oxigeno del medio ambiente, y tras un proceso con cargas eléctricas lo convierte en ozono (O3). No deja ningún tipo de resto o residuo, mejora la calidad del aire. Y depende del espacio, el tratamiento se aplica un tiempo u otro, si bien durante el proceso no pueden estar ni personas ni animales. ´Y por ejemplo en un establecimiento de 100 metros cuadrados, una máquina de 12.000 miligramos/hora, como la que tenemos en la empresa, tiene que estar trabajando alrededor de hora y media´, añade Pérez.´Este tratamiento renueva y oxigena el aire ya que el ozono tiene propiedades fungicidas destruyendo todo tipo de virus, bacterias y purificando el aire, desinfecta eliminando hongos esporas, algas y moho. Los tratamientos con ozono evitan muchas enfermedades´, apunta Pérez.
Por otra parte, las empresas de desinfección también están vendiendo más que nunca productos de cloro activo estabilizado a los ayuntamientos de las localidades porque son con los que desinfectan las calles en tractores. Y los domicilios particulares también están solicitando productos concretos de limpiezas como desinfectantes hidroalcohólicos de superficies y el gel hidroalcohólico para manos .
Está claro que a raíz de esta pandemia sanitaria, la desinfección se ha convertido ya en una actividad más que frecuente y cotidiana en el día a día, y parece que ha venido para quedarse.






