Quién atenderá las huertas
En Madrid se redactan y ratifican los decretos aunque muchas veces desde la capital de todos se dejan al margen las necesidades de eso que se llama la España vacía y que es un erial de gente pero no de oportunidades.
En ese erial se sitúa, entre otras muchas autonomías, La Rioja, con escasa población (muy afectada, eso sí, por el coronavirus) pero en el que el sector primario sigue siendo importante.
Dicho sector engloba las actividades profesionales agrícolas y ganaderas, aunque también la silvicultura, minería y pesca, residuales o inexistentes en nuestra comunidad.
El Real Decreto 463/2020 protege sus actividades pero no así las de aquellos agricultores de andar por casa que, no cotizan bajo este epígrafe o dejaron de hacerlo, desde el 14 de marzo tienen sus huertas desatendidas. A la intemperie prácticamente con la primavera recién estrenada.
La Rioja está conformada por un ubérrimo valle, el del Ebro, con sus siete afluentes que vertebran la región. En Logroño y los 173 municipios que conforman La Rioja quien no tiene una huerta, tiene bien cerca a alguien que sí la tiene.
El Real Decreto 463/2020 señala taxativamente que «por lo que respecta a los agricultores no profesionales no pueden acudir a la huerta; salvo en el caso de que tengan que alimentar a animales». Valen tanto ejemplares estabulados como un par de aves de corral o perros al cuidado de fincas particulares.
La norma emana de Madrid y no deja margen de maniobra a los ayuntamientos, autonomías ni delegaciones de Gobierno para establecer salvaguardas a la ley. Sí que queda al arbitrio de las autoridades locales y regionales el establecimiento de sanciones y la interpretación de las normas.
Desde la Delegación del Gobierno reconocen que «la actual situación no permite una actividad legislativa normalizada que facilite la adaptación de la mencionada norma a las peculiaridades de los territorios». «Pedimos comprensión ante la actual situación ya que todas las medidas son tomadas para evitar más contagios», lamentaban desde el número 3 de Muro de la Mata.
Desde la instauración del estado de emergencia sanitaria y hasta el pasado 31 de marzo, a la Delegación han llegado 2.760 propuestas de sanción principalmente por saltarse las restricciones a la movilidad impuestas por el estado de alarma. No se cuantifican el número de sanciones interpuestas por ir a la huerta. Son, de haberlas, residuales.
La gente ha dejado de bajar a la huerta o en caso de extrema necesidad las autoridades, in situ, han interpretado con generosidad la norma. Aún quedan coliflores, cardos, repollos y alcachofas que atender.
A finales de febrero y marzo se plantaron las patatas. Quien no puso cebollas a tiempo, no podrá hacerlo ahora. Durante este mes, si se levanta la emergencia sanitaria, se pondrán los tomates y la alubia verde. De lo contrario, muchos hogares se quedarán sin verdura de temporada.
La Rioja es una inmensa huerta aunque el Real Decreto no contemple excepciones.






