A grandes males…
Feli Agustín / Logroño
Durante la pasada década -aunque parezca mentira el primer caso de coronavirus en España se detectó el 31 de enero y se trataba de un turista alemán en La Gomera – era habitual escuchar mensajes dirigidos a motivar a individuos y empresas, que resaltaba que toda crisis genera oportunidades. En este momento, en el que caminamos por terrenos desconocidos y nos adentramos por sendas nunca antes transitadas, hay profesionales que, haciendo de la necesidad virtud, están manteniendo su actividad y, de paso, ayudando a los demás.
María Berbés, que junto a Laura Sánchez regenta Trisana, un gabinete de fisioterapia y ejercicio físico dirigido a la mujer, fundamentalmente durante el embarazo y posparto, relata como este desafío les ha conducido a innovar.
“Habitualmente, ofrecemos clases grupales de embarazo activo, posparto, hipopresivos y pilates”, relata Barbés que informa de que la nueva situación les ha llevado a ofrecer clases online de hipopresivos, pilates o ‘women training’ para cumplir con la matrícula que habían abonado sus alumnas.
¿El resultado? Pues mucho mejor de lo esperado, señala esta empresaria, que barajan mantener el aula en línea en abril y no descarta tampoco ofrecer posteriormente clases a través de internet si la respuesta es óptima.
Yoga visto y oído
Un caso similar es el de Cristina Muñoz, propietaria de Essence Yoga, que imparte clases a ciudadanos y empresas y organiza, además, retiros de yoga en India, un viaje ahora imposible, por lo que apuesta por los retiros urbanos.
Para ello, cuelga en youtube clases de una hora que actualiza diariamente con herramientas que nos permiten profundizar en nuestro espacio interno. Cristina reconoce, no obstante, que se trata de un “parche” porque entiende que la actividad que practica requiere de contacto personal directo, pero reconoce que está disfrutando y aprendiendo.
Y también al yoga, entre otras actividades, se dedica principalmente Eva Ruiz, especialista en técnicas de reflexología podal y quiromasajes, que desarrolla su actividad en el espacio de coworking Espacio soy.
Madre de tres hijos, el cierre de los centros escolares le obligó ya desde mediados de la semana pasada a suspender sus clases y volver a casa.
“Grabé unos audios para que mis alumnos no se desconecten de sus momentos favoritos de las clases de yoga, como la relajación o meditación final”, explica Eva, que decidió compartir estos consejos con sus contactos, de tal manera que se ha creado una cadena natural, con el lema ‘Si te ha ayudado, compártelo’, que cuenta entre sus eslabones con su madre y amigas o las familias de los compañeros de sus hijos. “La respuesta ha sido tan satisfactoria que los audios que había grabado para mis alumnas los estoy compartiendo con todo el mundo”, resalta.
“Tenemos que ayudarnos entre todos”
Si hay algo que hay que agradecer a esta crisis es la respuestas que, en general, está despertando en muchos ciudadanos que, además de compartir multitud de recursos vía whatsapp, se ofrecen voluntariamente para, dentro de sus competencias y conocimientos, ayudar a paliar los inconvenientes y soledad de un encierro que acabamos de iniciar.
Así, María Berbés, que es fisioterapeuta, se ofrece a aconsejar a cualquier ciudadano sobre su área de trabajo para lo que solo hay que llamarla al teléfono 644 743 174.
También Cristina ofrece sus clases gratuitamente a todos los que quieran aprovechar estos días para un retiro interior. ¿Cómo? Bien fácil. Enviando un whatsapp al 654 242 134 y ella te remitirá el enlace. Explica que ya se ha creado un movimiento de reto urbano en redes, que se puede rastreae con el hastagh essenceyogahome
La misma generosidad muestra Eva Gil, que a través de la misma herramienta con número 686 02 67 41 , enviará sus audios a quien desee extraer de esta crisis ventajas y, buceando en su interior, conocerse mejor.
“Tenemos que ayudarnos entre todos”, cree María; “puedo aportar así mi granito de arena”, reflexiona Eva. Pues eso, ahí estamos.






