La comisaría de Villegas no se cierra
El equipo de Gobierno local y los responsables de Policía zanjaron este miércoles el revuelo suscitado por el hipotético cierre de la comisaría de Villegas y rechazaron rotundamente que vaya a ser clausurada. Es más, el comisario jefe, Pedro Galarreta, aseguró que se mantendrá, con carácter general, el personal hasta ahora asignado, esto es, un comisario, un inspector de servicios generales, un subinspector de barrio y un servicio general diario mínimo de un oficial, además de una patrulla en coche y otra a pie, junto al servicio de seguridad en la propia comisaría. «Cualquier persona podrá acudir de lunes a viernes y será atendida por un agente, exactamente igual que hasta ahora», afirmó Galarreta, en perfecta sintonía con la responsable política del área, Eva Tobías.
¿Y a que obedece la polémica levantada? A la reorganización de plantilla y medios, que centralizará la distribución de tareas en la comisaría de Ruavieja, un cambio que despierta cierta resistencia. Esta medida, que se incluye dentro de un nuevo modelo policial «más eficiente», obliga a todos los policías, agentes y mandos, a asistir diariamente a reuniones a la comisaría principal para redistribuir los medios según las necesidades, explicó el responsable de la Policía Local que, de manera gráfica, afirmó que esta nueva forma de trabajo implica «que los agentes se van a vestir en otro sitio, nada más».
El comisario dijo no entender que en una ciudad de 150.000 habitantes «haya compartimentos estancos» y, por tanto, desde la comisaría de Villegas se seguirá dando servicio a la zona este, «como hasta ahora», pero con otra organización, homogénea, para que todos los efectivos trabajen en todas las áreas de la ciudad. «Es un servicio público y no político; tiene un contenido técnico y organizativo y no partidista», afirmó el mando policial, quien insistió en que la nueva organización responde al deseo de optimizar recursos para ofrecer mejor servicio a los ciudadanos.
Este es uno de los pasos que se van a ir dando para «paulatinamente» llegar a un nuevo modelo policial. «Trabajamos codo con codo para reorganizar el trabajo de forma eficaz, teniendo en cuenta que los medios son limitados», afirmó Eva Tobías. Así, Galarreta avanzó que, entre sus objetivos, figuran potenciar las áreas de Tráfico y Medio Ambiente, renovar material -se han comprado etilómetros, un drogotest, un multacar y un cinemómetro-, más formación para la plantilla -desde 2014 no se hacen prácticas de tiro- y estrechar relaciones con otros cuerpos.
A la Policía Local le faltan 90 efectivos
Tanto Galarreta como Tobías mencionaron el déficit de personal y destacaron que, a pesar de que este verano se van a convocar 31 plazas, seguirán faltando otras 60.
«No se paliará la situación de una plantilla mermada en efectivos por la dejadez de legislaturas pasadas», criticó la concejal del área, que apuntó que no se han ejecutado las ofertas de empleo público desde 2016.
El comisario jefe anunció una nueva relación de puestos de trabajo en la que planteará para la Policía de Barrio un comisario, dos inspectores, cuatro subinspectores, 12 oficiales, 24 conductores, 48 agentes a pie y 12 agentes de medio ambiente.
La plantilla actual de la Policía Local cuenta con 206 agentes.






