La Audiencia de Palma deja a Torres y a Urdangarín en libertad sin fianza
PALMA /Agencias
Iñaki Urdangarín y su exsocio, Diego Torres, pueden respirar tranquilos hasta que exista una sentencia firme contra ellos. Ninguno de los dos ingresará en la cárcel por el momento para cumplir sus condenas por el caso Nòos. Así lo dictaminó este jueves la Audiencia de Palma, al dejar a ambos en libertad con medidas cautelares pero sin fianza, tras tener en cuenta que en los dos casos existe un «arraigo suficiente» y que nunca han tratado de eludir la acción de la Justicia.
Así consta en el auto dictado por las juezas del tribunal balear, que desestimó la petición de la Fiscalía Anticorrupción de imponer al esposo de la Infanta Cristina y el que fuera su compañero al frente del Instituto Nóos la medida de prisión provisional eludible con una fianza de 200.000 y de 100.000 euros, respectivamente.
En lugar de esto, las magistradas optaron por dejar en libertad provisional a Urdangarín, con obligación de comparecer el día 1 de cada mes ante la autoridad judicial en su país de residencia, Suiza, tras su condena a seis años y tres meses de cárcel por varios delitos de corrupción y fraude fiscal.
En el caso de Torres, ordenaron la retirada de su pasaporte y le prohibieron salir del país, después de su condena a ocho años y seis meses de prisión por la causa.
A su juicio, ambos acusados tienen arraigo suficiente (familiar, social y laboral) en el territorio en el que residen. Y, en el caso concreto del cuñado del Rey, el auto añade que «sus particulares circunstancias, sobradamente conocidas, nos eximen de su pormenorizado análisis».
Sin peligro. La Audiencia estima que la conducta hasta ahora observada por los acusados permite mantener que «el incremento del riesgo de fuga» que puede suponer la sentencia puede ser «conjurado» con medidas cautelares «menos gravosas» que garanticen su sujeción al control del tribunal. Consideraron las magistradas que las acusaciones no han acreditado «circunstancia o marcador de riesgo» distinto al de la condena impuesta que, además, recuerdan, es el resultado de la suma del total de las penas.
Les apercibió, eso sí, de que el incumplimiento de las medidas establecidas conllevaría la adopción de otras «más gravosas», incluida la prisión provisional.
Por su parte, Urdangarín abandonó la sede judicial entre gritos de «chorizo», «ladrón» y «devuelve el dinero» de un numeroso grupo de personas que se habían congregado a las puertas del tribunal.
Tras una valla, los concentrados, que fueron aumentando en número desde el inicio de la vistilla hasta el final, sacaron sus móviles para fotografiar al exduque a la vez que proferían improperios.
De hecho, muchos de los curiosos expresaron su indignación por la decisión del tribunal de mantenerle en libertad, de no imponerle la fianza de 200.000 euros que había solicitado el fiscal y por no tener que ingresar en prisión.
Urdangarín salió de la Audiencia sin hacer ningún tipo de declaración y abandonó raudo la zona en el turismo en el que había llegado a las 10,15 horas.






