La UDL muere con las botas puestas
Se ha acabado el sueño copero para una UDL que ha dado la cara ante un Valencia (0-1) muy superior pero al que se le ha olvidado que el fútbol son goles. La entereza blanquirroja y la falta de pegada che ha propiciado un entretenido choque copero, plagado de contras y de duelos de área a área. La Copa premia el juego valencianista pero también reconoce la competitividad de la UDL, que no se arruga ante nadie.
El torneo del K. O. se acaba para la UDL pero los de Sergio Rodríguez se ganaron el respeto de todo un Primera que no ha sabido sentenciar al líder del grupo II, que tiene por delante cuatro meses para ganarse más noches de gloria como ésta.
Quince minutos duró la ilusión en Las Gaunas. Lo que necesitó Ferrán en ganar la línea de fondo y templar un centro precioso para Maxi Gómez que, solo en su propia soledad y marcando los tiempos, cabeceó el regalo del canterano valencianista. A Pablo Fid sólo le quedó resignarse.
Antes de este aguijonazo y pese a que la eliminatoria arrancó con un gol anulado a Maxi Gómez que, en fuera de juego, tocó una falta que iba dentro, la UDL tuvo tiempo para gustarse con un par de salidas de Ñoño y Víctor Socorro. Buena intención pero nula capacidad de sorpresa para los riojanos que, por un cuarto de hora, jugaron de tú a tú al campeón del torneo.
En desventaja, a la UDL todo se le hizo grande. El Valencia, sin prisa y con la franquía cobrada, a punto estuvo de fulminar a los blanquirrojos pero Olaetxea, sobre la línea, repelió el gol de Kang In Lee que se exhibió con un control de seda en el área pequeña. Y, poco después, el estilista vasco repitió la acción junto al poste contrario, con acrobacia incluida, tras un remate de Ferrán, libérrimo en el área chica. La UDL naufragaba, con Olaetxea achicando las numerosas fugas de agua que surgían en la nave blanquirroja.
La única respuesta riojana llegó en el 36, en una combinación preciosista entre Jaime Sierra, Rayco y Víctor Socorro. No hubo remate, condición indispensable para inquietar a Domènech, pero la acción pergeñada al borde del área reanimó a los aficionados logroñeses, congelados por el aplomo valenciano. Eso sí, el empate pudo llegar sin mediar remate. Ñoño cayó cerca del área y, en la falta, la zaga valenciana en su intento por despejar ante la presencia amenazadora de Rayco, envió el balón al larguero. Susto mayúsculo para un Valencia al que se le olvidó apuntillar a la UDL y que acabó agradeciendo la llegada del descanso tras el último arreón logroñés.
Como en El Mazo, la UDL regresó briosa, inquietando de inicio a los de Celades. Rayco cabeceó alto y, al minuto, Roni se revolvió en el área pero su remate se topó con Diakhaby que barrió todo peligro tirándose al suelo. La UDL se estiraba pero fue Kang In Lee el que, superando todo el frente de ataque, a punto estuvo de sorprender a Pablo Fid.
UDL y Valencia se citaron en el cuerpo a cuerpo en un combate entretenido en el que los riojanos no desmerecieron. Al testarazo forzado de Maxi Gómez, le respondió en el área contraria Roni, obligando, a la hora de juego, a intervenir a Domènech. Fue la primera intervención del valenciano aunque su seguridad llevaba tiempo siendo cuestionada.
El Valencia sesteaba y los de Sergio Rodríguez se animaron a por el empate. La carrera de Ñoño, que retrató la escasa intensidad defensiva de Parejo, acabó con un remate pifiado de Rayco. La UDL se fue a por todas pero, en su énfasis por llegar, a punto estuvo de desnudarse. El centro de Santos quedó corto, Coquelin inició la contra y Carlos Soler, con todo a favor, estrelló la sentencia en el pecho de Pablo Fid, atento a tapar cualquier hueco en la frontal. La UDL se salvó y volvió a librar al minuto cuando Maxi Gómez no encontró puerta en una nueva llegada levantina. Los riojanos no habían digerido el susto cuando Ferrán, sobrepasando a Miguel Santos, convertía a Pablo Fid en el mejor de los blanquirrojos.
El Valencia quería sentenciar pero no sabía. La UDL quería igualar pero no podía. La eliminatoria seguía viva porque al Valencia se le negaron las vías del gol (Gameiro se topó con el palo) pero a la UDL le faltaron fuerzas para acercarse a Domènech.
El Valencia sigue adelante. La UDL se despide de la Copa con las botas puestas. Por delante le queda mucha liga para reivindicarse.






