Un regalo que no se olvida
Inolvidable. El Comillas nunca olvidará el 0-5 logrado por el Villarreal en Las Gaunas. Lo de menos fue el resultado. El hito va de lo conseguido por el club logroñés. De lo que se ganó en los terrenos de juego el pasado curso al ser subcampeón de Regional -con Gonzalo Santamaría al frente- y de la hazaña conquistada hace unas semanas cuando dejó en la cuneta, en la tanda de penaltis, al Barquereño. Si lo acontecido en El Mundial’82 queda en la retina, lo vivido en el campo municipal se graba en la piel. Marcará de por vida.
Indescriptible las emociones que han experimentado Borja, Víctor, Jadraque, Edu León, Adrián y Pablo -más Nacho que no participó, además del cuerpo técnico formado por Javi Adán y Álvaro Santamaría- que han jugado en todas las categorías del club y que este miércoles se han medido al Villarreal. Porque en esta primera ronda de la Copa del Rey, el Comillas ya había ganado. Lo hizo en la grada, donde el ambiente estaba predispuesto para disfrutar de los 90 minutos. Se jaleaba tanto a unos como a otros, daba igual si había un buen remate como si llegaba una parada de Borja Pérez -vital para que el marcador no fuese mayor-.
La ovación a Cazorla fue generosa con un futbolista que ha vuelto a sentirse jugador profesional. Lo importante era disfrutar y cualquier acción era merecedora del aplauso, caso de la ruleta de Jadraque en la primera mitad o del único remate a portería de Víctor, tras una falta lateral en la segunda parte. Así da gusto ir al fútbol.
El partido tuvo una dirección. La que marcaba un Villarreal respetuoso con su oponente y que fue ambicioso, pero que nunca fue a humillar. Acabó ganando 0-5 y eso que el resultado pudo ser mayor. El Comillas aceptó su lugar, qué remedio, y aguantó todo lo que pudo sin encajar. Fue media hora, aunque pudo ser menos. También más. Antes de que Leo Suárez marcara de cabeza un centro de Peña desde la derecha, los de Javi Calleja ya habían disfrutado de un larguero (Ekambi) y un poste (Peña).
Incluso Ontiveros, muy activo y con alguna que otra tirantez con Campo, se encontró con Borja Pérez. Lástima que Bacca, a renglón seguido del 0-1, culminara una gran jugada colectiva para encarrilar el enfrentamiento. Hasta el descanso el colombiano y Ekambi pudieron ampliar la renta, pero Borja Pérez estaba dispuesto a destacar, como hiciera en la segunda parte, donde la dinámica fue la misma y las oportunidades amarillas se fueron sucediendo: Ontiveros, Ekambi de cabeza y por partida doble, un remate de Mario, Bacca al larguero… Hasta que el sudamericano acertó ya en el último cuarto de hora. Entonces, Cazorla demostró su calidad con un golpeo desde fuera del área, mientras que Bacca firmó un ‘hat-trick’ que pudo ser un póquer de no haber lanzado a la grada un penalti cometido por Campo sobre Morlanes en la recta final de un partido, que fue un premio para el Comillas.






