Los acusados de provocar incendios niegan su participación en los hechos
Efe /Logroño
Los dos acusados de ser los presuntos autores de siete incendios que se produjeron en Logroño entre el 21 y 25 se septiembre del 2016 declararon el lunes ser inocentes de los hechos que se expusieron en el juicio celebrado en la Audiencia Provincial, en los que negaron haber participado.
El ministerio fiscal, en su escrito inicial de acusación, pide una pena de siete años de prisión para un hombre acusado de ser el presunto autor de cuatro incendios en Logroño y a otro, tres años, por un incendio en la capital riojana, todos ellos ocurridos en cuatro días de septiembre, durante las fiestas de San Mateo.
El primero en declarar fue el acusado de originar tres fuegos en Logroño el 21 de septiembre de 2016 y otro más al día siguiente en cuatro puntos del paraje conocido como San Adrián, donde ardieron 6,37 hectáreas. Se declaró inocente de ambas acusaciones, ya que señaló que el día 21 no estuvo en los lugares donde ocurrieron los hechos, sino que estuvo en la calle Laurel a «tomar unos pinchos», bebió unos cafés en la calle Bretón de los Herreros, llamó a un par de familiares y amigos y, después, fue a Lardero, donde reside en un centro para personas con discapacidad física.
Respecto al incendio registrado al día siguiente, indicó que, cuando conducía su coche en dirección a Logroño, vio el humo que salía del paraje conocido como San Adrián; observó que una patrulla policial se dirigía hace ese lugar y decidió seguirla «para ver si hacía falta echar una mano». Relató que, cuando llegó al lugar, un policía que estaba en la zona afectada por el fuego le preguntó el motivo de su presencia y, una vez que le contestó, señaló que el policía le dijo que «podía volverse a Logroño», pero le desobedeció, aparcó su coche en una finca cercana al incendio y se quedó a mirar el fuego.
Mirando el incendio
Uno de los policías que estuvo allí ese día declaró en el juicio que el acusado les «llamó la atención» porque miraba el incendio «de una manera sospechosa», tal y como hacen los pirómanos, quienes «se quedan mirando lo que acaban de hacer». Los agentes, al registrar el coche de esta persona, encontraron, entre otros objetos, doce mecheros, aerosoles, una caja de cerillas, cartuchos de escopeta de caza y herramientas.
El otro acusado en este juicio, por prender fuego a unos rastrojos del terreno colindante a una residencia de ancianos en Logroño, declaró que no estuvo «al lado de donde se prendió el fuego» y que no lo vio, por lo que aseguró que él no fue la persona que lo provocó. Declaró que el 25 de septiembre subió andando a Lardero porque «había quedado con una chavala» y, sobre la 01:00 horas, cuando regresaba a Logroño, un policía nacional de paisano le paró.
El fiscal preguntó al acusado sobre un mechero que llevaba ese día, pero este negó que fuera suyo y aseguró que «era de la chavala con la que estaba en Lardero». A su vez, uno de los policías declaró que su patrulla recibió una llamada de un compañero sobre «alguien que estaba intentando hacer fuego en un rastrojo», por lo que fueron hasta donde pararon al acusado; y otro agente indicó que en el domicilio del acusado no encontraron «nada relacionado con los incendios».






