Sculto, la Feria Internacional de Escultura Contemporánea, convierte por tercer año consecutivo la última planta de la Plaza de Abastos de Logroño en la galería de arte que proyectará la capital riojana al mundo hasta el 1 de diciembre. Unas 200 esculturas elaboradas por 40 artistas de 15 galerías nacionales e internacionales ponen el punto de modernidad al edificio de Fermín Álamo donde La Rioja comercializa sus productos agrícolas y ganaderos.
En la planta superior del Mercado de Abastos se pueden encontrar propuestas artísticas variadas, desde esculturas trabajadas con diversos materiales, como madera, mármol, cuero, acero, cerámica, granito, hierro fundido o virutas de lápiz. Algunas de ellas se apoyan en fotografías o proyectos audiovisuales; otras recurren a reconocidos artistas clásicos como fuente de inspiración o incluso a revistas reconocidas. También los hay que pretenden hacer reflexionar sobre la sociedad en la que vivimos o los estereotipos establecidos.
En Sculto no solo se dan cita artistas con una trayectoria reconocida, sino que también acuden los creadores más jóvenes con propuestas innovadoras y novedosas que buscan dar a conocer sus trabajos al mundo.
Sculto abrió el jueves sus puertas al público tras su inauguración, a la que acudieron el delegado del Gobierno en La Rioja, José Ignacio Pérez, el consejero de Educación, Luis Cacho, y la concejala de Cultura de Logroño, Carmen Urquía, entre otras autoridades, galeristas y artistas congregados.
Pero la Feria no será solo un espacio expositivo, sino que también se han programado actividades de apoyo como mesas redondas, presentaciones a los visitantes de galerías y artistas (Sculto educa) o degustaciones en bodegas (Sculto de Noche). Además, durante la semana, se podrá visitar en el Museo de La Rioja la exposición del programa ‘Sculto Museo sin moldes’, de la Colección MUSAC Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León.
«Quería visibilizar las cargas que impone la sociedad a una mujer»
La joven escultora Tamara Jacquin es, a sus 33 años de edad, una chilena afincada en Madrid que trabaja el arte como una forma de visibilizar a la mujer y de representar el peso que soportan por los cánones que marca la sociedad. Su trabajo más novedoso es Solo vine a ver el jardín, pero también exhibe propuestas más antiguas como un vestido de madera y cuero diseñado para un maniquí, que representa el peso que las mujeres tienen que soportar en la actualidad por los cánones sociales y los estereotipos establecidos. «Quería visibilizar las cargas que impone la sociedad a una mujer», afirma esta artista mientras dirige su mirada a un conjunto de fotografías que ella protagoniza mientras sobre su cabeza cae el peso de una red madera que denomina ‘manta-palos’.
«La madera tiene que hablarme cuando estoy esculpiendo»
El artista y arquitecto malagueño Pablo Redondo, que firma sus esculturas como Odnoder, toma como inspiración para realizar su obra a El Greco. De ahí ha nacido Las almas, un conjunto escultórico formado por cuatro piezas talladas en madera de ukola. Para esculpir su obra, precisamente, siempre recurre a la madera, un material que elige por su versatilidad, aunque también hace uso de los metales. «La madera tiene que hablarme cuando estoy esculpiendo», reconoce. La variedad que más «conversación» le da es la del olivo por «cómo se retuerce», aunque también aboga por la encina por su veteado. «No hay otra madera que se le parezca», subraya. Junto a Las Almas, descansan sus ‘Mujeres’ y frente a ellas ‘El Apostolado’ y sus ‘Angeles’.
