El instituto de todos
Sergio Jiménez (Efe) / Logroño
El edificio del Instituto de Educación Secundaria (IES) Sagasta de Logroño permanece «en huesos» como parte de la fase inicial de las obras de remodelación con las que se prevé recuperar «esa vocación de abierto a la ciudad» que tuvo antaño. Así lo afirmó el jueves uno de los arquitectos que ha diseñado esta reforma, Miguel Fernández, durante la visita técnica que ofreció al interior de este edificio a un grupo de cursillistas de las XX Jornadas de Intervención en el Patrimonio, que se celebran hasta este sábado en Logroño.
Entre escombros, paredes desnudas y suelos en los que se apilan tablas y polvo, Fernández explicó que esta obra incluye una operación para cubrir los dos patios de este centro escolar con una estructura de vidrio, de tal forma que uno pasará a ser parte de la zona deportiva y, el otro, de la zona cultural.
Esta reforma integral también incluye que la puerta que da a la calle Doctor Zubía se recupere como espacio deportivo con un nuevo acceso que puede funcionar de forma independiente, comentó el arquitecto. Fernández apuntó que el ala este del edificio albergará «todas esas colecciones que habían quedado relegadas a los sótanos», mientras que en el norte se concentrarán los «espacios emblemáticos del salón de actos, el aula magna y la biblioteca».
«El edificio, ya desde el principio, tenía diferentes usos y esa vocación de estar abierto a la ciudad, luego, con el paso de los años, el instituto fue colonizando todos los espacios», concretó. En sus inicios este edificio no solo albergaba el instituto, sino que tenía otros usos, razón por la que se construyó con cinco puertas, repartidas de forma que hubiera una en cada fachada salvo la sur, que contaba con dos.
Así, las puertas laterales este y oeste daban servicio a las escuelas de Educación Primaria, y, de las dos que dan al sur, una permitía entrar a la escuela de magisterio y la otra a un espacio deportivo, mientras que la quinta fachada era el acceso principal, que continuará como tal tras la reforma. El arquitecto relató que este centro albergaba la biblioteca de Logroño y «un montón de colecciones» tanto de animales como de botánica del doctor Zubía, a las que se unía «una colección de esculturas muy importante» procedente de Madrid.
Las XX Jornadas de Intervención en el Patrimonio que organiza el Colegio de Arquitectos de La Rioja reflexionarán hoy sobre temas como los mercados de abastos que conservan su uso, la adaptación de edificios como las sedes del Banco de España a nuevas utilidades y proyectos con la filosofía del no hacer, rehacer y deshacer.






