Calahorra y Alfaro han explorado profusamente el mercado navarro en busca de futbolistas que mejoraran las prestaciones de su plantilla mientras que el Haro, de siempre, se ha fijado en el fútbol alavés para potenciar sus recursos.
De esta forma, el conjunto blanquinegro se ha acosumbrado a tener en sus filas a jugadores alaveses que le han permitido competir en igualdad de condiciones con los mejores equipos riojanos y, desde el pasado mes de agosto, presume de competitividad en el grupo II de 2ª B.
El conjunto blanquinegro visita este domingo las instalaciones de Ibaia (12 horas) y lo hace para medirse al Alavés B, el tercer derbi, tras UDL y Calahorra, que aguarda a los jarreros.
Porque a la cercanía entre Vitoria y Haro se suma el hecho de que más de un tercio de la plantilla harense es alavesa o bien se ha formado en el club babazorro.
Cada día dos coches salen de Vitoria camino de El Mazo. En la capital vasca viven los blanquinegros Aimar Gulín, Txema Pan, Javi Ibáñez, Kevin Calle, Mikel Bueno y el capitán Pirri. Alavés de Labastida es Joseba, como también lo es Txejo, ahora en el cuerpo técnico jarrero, mientras que el argentino Facu Ballardo, se formó en la entidad albiazul (su novia es vitoriana). Además, el senegalés Ibrahima Dieng llegó el verano pasado a Haro procedente del Vitoria, filial del Eibar.
Para Pirri, capitán blanquinegro, es habitual subirse al coche para desplazarse a Haro. Lo lleva haciendo ocho temporadas «desde que Iván Guereñu», entrenador ahora de La Calzada, «le recomendó a Roberto Ochoa».
Compartir vestuario con jugadores vitorianos es un hecho normal. «Ha habido ocasiones en las que veníamos hasta tres coches», recuerda el central vitoriano que reconoce que el partido del domingo tendrá un ambiente especial.
«Porque irá mucha afición de Haro y porque va a haber mucha gente de Vitoria animándonos», apunta un futbolista que asume que el partido de Ibaia no será uno más.
Pirri, cuyo primer equipo es el Alavés («como buen alavés, siempre que pudo voy a Mendizorroza, me gusta que gane el Alavés pero no este fin de semana, obviamente»), se formó en el Ariznabarra -equipo de barrio de la capital vasca- y no pasó por el Deportivo Alavés al contrario de muchos de sus compañeros de vestuario.
Es el caso de Kevin Calle que llegó al Haro procedente del Gernika, donde militó las últimas cuatro campañas antes de pasar por el División de Honor Juvenil blanquiazul y por el filial en Tercera. El lateral Javi Ibáñez también tiene pasado alavesista al igual que Aimar Gulín, que en julio de 2009 cambió Vitoria por Haro, en su primera época en El Mazo.
Arana, guipuzcoano afincado en tierras alavesas, no ha jugado en el Alavés algo que sí ha hecho Txema Pan, que dejó la entidad en 2013 rumbo a Amorebieta. Joseba García pasó por el juvenil blanquiazul, al igual que Facu Ballardo mientras que el vitoriano Mikel Bueno arribó al Haro tras años en el Amurrio.
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