«Urgencias requiere un esfuerzo y lo tendrá»
Gustavo Basurto / Logroño
La Consejería que dirige es seguramente el área del Gobierno más en el punto de mira de los ciudadanos, porque todos acabamos pasando por un centro de salud o un hospital. Sara Alba (Logroño, 1968) recoge el testigo y agradece el reto que le encomendó la presidenta Andreu y habla con verdadera pasión de un nuevo concepto de sanidad humanizadora, que ponga a la persona en el centro de atención del sistema. Asuntos relevantes no faltan en su agenda. Desde la mejora en las urgencias o la reducción de las listas de espera a la atención sanitaria rural y la integración del hospital de Calahorra.
Su Consejería es la que más relación directa tiene con los ciudadanos. ¿Es un reto o una carga por la responsabilidad?
No imagino mayor honor que tomar decisiones que ayuden a la calidad de vida de los riojanos y riojanas, porque el sistema sanitario nos atiende en la prevención, en la salud y en todo el transcurso de nuestra vida. Es una gran responsabilidad que la presidenta tuvo a bien confiarme. Pero no es un ejercicio único, porque cuento con el mejor equipo de profesionales para dejarnos alma, piel y corazón para prestar un servicio de altísima calidad.
Un asunto que ha suscitado revuelo es el acuerdo de gobierno con Podemos e IU de poner fin a los conciertos con empresas privadas. Usted ha anunciado que se hará con prudencia, pero el contrato con Viamed-Los Manzanos concluye el 30 de noviembre. ¿Se renovará?
Hemos llegado al Gobierno con unos presupuestos de otro Gobierno, que además son prorrogados, con lo que el marco de maniobra que tenemos presupuestariamente es prácticamente inexistente. Cumpliremos el programa electoral y el acuerdo de gobierno con el principio de prudencia y responsabilidad, porque lo primero es la atención a pacientes y ciudadanos. Preparar el sistema para que pueda hacerse cargo de algunos servicios requiere infraestructuras, recursos humanos y tecnológicos y esto no se improvisa en 41 días. Tenemos una legislatura para hacerlo y lo vamos a hacer.
Pero el 30 de noviembre está cercano y deberán tomar una decisión.
Cuando llegue el momento la tomaremos.
Uno de sus retos es mejorar las urgencias hospitalarias. ¿Cómo se hará?
La situación de las urgencias hospitalarias es una circunstancia en todo el entorno estatal. La entrada natural al sistema sanitario es a través de la atención primaria; cuando esa entrada se hace por el servicio de urgencias algo no está funcionando bien. Aquí hay un doble trabajo, concienciar al ciudadano de cómo usar correctamente los servicios y a la vez agilizar el sistema. El servicio de urgencias requiere un refuerzo y lo tendrá. Pero requiere también un trabajo de didáctica del uso de los servicios sanitarios públicos, que son los mejores; queremos recuperar esa relación intelectual entre la salud pública y un servicio de altísima calidad en el ámbito profesional, pero también en el asistencial. El sistema sanitario español es modelo y ejemplo a nivel internacional. Además es un elemento que cohesiona a la sociedad, porque independientemente de tu situación económica o social, tienes acceso gratuito a un sistema universal de salud. No se puede mercantilizar semejante valor público. Y eso es lo que vamos a recuperar.
¿En Logroño cabría establecer más puntos de atención continuada, además del CARPA?
Antes de adoptar medidas para crear nuevas infraestructuras, queremos revisar los datos e indicadores y los usos de los servicios. Sobre todo porque la población cambia y se mueve y el sistema no lo hace. Van más rápidas las necesidades de los ciudadanos que la manera en que el sistema sanitario presta sus servicios. Estos tempos hay que conciliarlos. La posibilidad de abrir nuevos puntos de atención continuada es un elemento que está sobre la mesa, pero no solo ese. A lo mejor, si especializamos algunos servicios en otros centros sanitarios desahogamos la circulación natural de los pacientes. Nuestra intención es acompañar el esfuerzo presupuestario para 2020 con una reorganización de servicios y recursos.
¿Habrá incremento presupuestario en su Consejería?
Primero vamos a hacer un presupuesto en el ámbito de la Consejería y luego se colocarán sobre la mesa la totalidad de consejerías. Soy consciente de que para el Gobierno que preside Concha Andreu la educación y la sanidad son prioritarias. Nuestra Consejería tiene mucho peso en los presupuestos y desde esa responsabilidad haremos una gestión impecable de los recursos.
Hay municipios que han crecido mucho, como Lardero y Villamediana, que reclaman centros de salud con servicios de urgencias. ¿Se dará respuesta a esas peticiones?
Estamos en la fase de recibir todas las peticiones. Es lógico que cada alcalde pelee para que su pueblo, tenga uno, mil o diez mil habitantes, tenga la mayor cobertura de servicios. No solo es importante atender en función de los volúmenes de población, sino también del ámbito rural y su despoblación, un asunto que está en la agenda del Gobierno. Cómo hacer que en La Rioja vacía se concilie la atención del servicio con la eficiencia del mismo. Estamos en esa fase, la de recibir todas las peticiones y ver si hay capacidad presupuestaria y si no, habrá que dotar del recurso. Indudablemente, todos los pueblos no van a poder tener un centro de salud y alguno lleva con esa demanda dieciséis o dieciocho años.
Uno de esos ejemplos de despoblación son los Cameros, donde recientemente se ha tenido que reforzar con dos técnicos sanitarios el puesto de ambulancias de Villanueva. ¿Qué soluciones piensan darle a zonas como esta?
El problema de la despoblación hay que tratarlo con carácter transversal, en la totalidad de los ejes de la acción política del Gobierno. Para fijar población hay que generar empleo para que pueda haber servicios sanitarios, para que los niños puedan ir al cole…Las medidas son multifactoriales y el Gobierno ha encomendado esto, es decir meter el asunto de la población en la agenda. En el caso de Cameros y otras zonas rurales a veces no es tanto los dispositivos como la humanización de los mismos, es decir, no consiste tenerlo todo en la puerta de casa, sino ver en qué tiempos podemos tener algunas cuestiones de emergencia y urgencia. Esto lo vamos revisar.
¿La solución a los colapsos en urgencias y la mejora en la atención primaria y especializada se resuelven con más profesionales sanitarios?
La atención primaria es una preocupación de tal calado que el Ministerio ha aprobado recientemente el marco estratégico para la atención primaria y comunitaria, porque es algo que sucede en todo el Estado. Esta Consejería hará de ese marco estratégico su plan de ruta para la atención primaria. Y aquí ya se apuntan algunas medidas; no solo pasa por tener más efectivos, sino también por repensar algunas funciones profesionales y por reorganizar algunos de estos efectivos. La tecnología ha venido a facilitarnos la vida en algunos casos, como la receta electrónica, que evita dedicar un tiempo a expedir un paquete de recetas. Ese tiempo se puede dedicar más a la atención. Pero también hay que dedicar más efectivos, repensar la función de los perfiles profesionales y a lo mejor incorporar otros perfiles sanitarios o sociosanitarios.
¿Hay que pagar más a nuestros sanitarios para que no se vayan a regiones donde se les remunera mejor?
Este mantra lo dice todo el mundo. Evidentemente estamos en una zona geoestratégica donde existe el conocido efecto frontera, pero también es cierto que el déficit de facultativos y de enfermería es real. Hemos estado desde 2011 hasta 2017 sin hacer convocatorias MIR, y eso nos ha hecho perder hasta tres generaciones de médicos que no se han incorporado al sistema, lo que provoca un brutal agujero en el desabastecimiento de profesionales sanitarios. Ojalá pudiéramos pagar mejor a la totalidad de nuestro personal, no solo a los facultativos, pero no es solo una cuestión de demanda salarial, sino también de estabilidad en el empleo. Si la oferta de empleo pública no ha tenido la necesaria implantación…Los profesionales también quieren tener una estabilidad y echar raíces. Por eso, no solo pasa por un incremento salarial sino también por una estabilidad en el empleo que nosotros vamos a dar a través de la oferta de empleo pública.
Es seguramente una de las preguntas del millón ¿Cómo se reducen las lista de espera?
Si alguien tuviese la fórmula mágica llevaría años sin formularse. Las listas de espera atienden a un grupo de desajustes que se producen en el propio sistema. Se produce mayor demanda y la población no solo crece en edad, sino que además se cronifica la enfermedad, con lo cual el número de incidencias o de visitas al sistema sanitario se multiplica exponencialmente. ¡Claro que tiene que haber listas de espera!, pero tienen que tener un tiempo razonable. De lo que hay conversar es sobre los tiempos mínimos a los que esta Administración está dispuesta a comprometerse con el ciudadano para cumplir con estándares de calidad. Es un tema de reajustes. ¿Incrementar los efectivos ayudaría?, indudablemente; pero reorganizar alguno de los servicios también y la reorganización a veces no tiene carga presupuestaria.
¿Los tiempos de espera actuales son razonables?
En términos comparativos en el ámbito estatal nuestros datos no son malos, pero hay un amplio margen de mejora. Y además es irregular. La salud es un elemento cohesionador y no tendría que ser determinante vivir en un sitio u otro.
La temporada de gripe suele provocar problemas en urgencias. ¿Será una prueba de fuego para la nueva gestión en Salud?
Tenemos varias pruebas de fuego abiertas (risas). En la campaña de gripe esta Consejería lleva trabajando ya un tiempo, porque estas cosas no se improvisan. Queremos que la campaña de vacunación previa sea ejemplificadora. A veces atender a las personas no solo rápido, sino también de manera eficiente hace que la percepción sea más razonable. En el plan de campaña de gripe hemos redoblado el esfuerzo, pero solo cuando venga veremos si ha sido todo lo efectivo que habíamos planificado.
Ustedes plantean integrar la Fundación Hospital de Calahorra en el sistema sanitario riojano. ¿Qué plazos manejan para ese proceso?
Nosotros trasladábamos nuestra preocupación por la dispersión de recursos, por lo que planteamos cómo estudiar la manera de reagrupar servicios en el sistema. Integrar un hospital en un sistema requiere hacer ajustes no solo en recursos, sino también en la cartera de servicios. Nuestra intención es constituir una comisión de seguimiento, porque hay que conciliar muchos elementos, en materia de personal, recursos, prestación sanitaria, cartera de servicios…Esa comisión deberá analizar la forma de hacerlo y los plazos.
¿La Fundación Rioja Salud también cambiará su modelo jurídico?
Ya tenemos una persona al mando de la dirección, con un plan de trabajo muy concreto. La Fundación Rioja Salud presta un servicio impecable, no solo sanitario sino también en investigación, y hay algunas cuestiones que hay que revisar. La presidenta del Gobierno ya asumió que algunos caminos los vamos a recorrer de la mano de la Universidad. Determinados esfuerzos investigadores debemos agruparlos y la Universidad y el CIBIR tienen que ir de la mano. En el caso de la Escuela de Enfermería, ha de pasar también, con un tránsito tranquilo, a la competencia de la Universidad.
El Centro de Investigación Biomédica de La Rioja (CIBIR) y la Universidad ya han venido trabajando en proyectos conjuntos. ¿Qué hay que mejorar en esa relación?
Vamos a incrementar esa colaboración. Creemos firmemente en que hay que juntar el talento para que de manera conjunta piense mejor. Somos una Comunidad pequeña y nuestro talento tiene que compartir líneas investigadoras, recursos y otras muchas cosas.
Usted ha anunciado un Plan Transversal de Humanización del Servicio Riojano Público de Salud. ¿En qué consiste ese plan?
Cuando llegamos a la Consejería, incorporamos algunos conceptos que no son novedosos, pero sí imprescindibles. Hablamos de cuidar y curar, de humanizar el servicio, del modelo de atención integral centrado en la persona; primero la persona y luego el paciente. Esto requiere toda una revisión del sistema. Se trata de colocar a la persona en el centro de nuestra atención; no es él que se mueve, sino nosotros los que nos ajustamos a sus necesidades. Esto es un cambio de paradigma que requiere un plan de formación para todo el personal. Se ha avanzado mucho en tecnología, y eso está muy bien si a la par no se pierde la calidez humanizadora de la prestación del servicio. El sistema no puede curarlo todo, pero sí debe cuidarlo todo.
Ha anunciado una nueva Ley de Adicciones, que entre otras cosas incluirá los videojuegos, internet, las apuestas online o las casas de apuestas. ¿Se han convertido en un problema de salud pública?
Sin lugar a dudas. Es una preocupación muy importante, fundamentalmente de los ciudadanos y las familias. Hemos hipertecnificado las relaciones y se está disparando el número de horas al día en las que nuestros hijos tienen una pantalla en la mano. Habrá que hacer algo en esta materia. Y nosotros creemos en la educación en un consumo responsable de todo, también en cuestiones del juego.
¿Se avanzará en la atención bucodental dentro de la sanidad pública?
Indudablemente. Es la olvidada. En estos momentos se hace una atención de extracción. Está en el plan de trabajo, porque la salud bucodental es la puerta de entrada de otras patologías. Es un tema que está en cartera y lo exploraremos en la medida en que el margen presupuestario nos lo permita.
¿Es preciso reforzar la colaboración con las comunidades vecinas?
El Consejo de Gobierno ya tiene previstas reuniones con los gobiernos de las comunidades vecinas. Y la Consejería de Salud es un elemento clave. No hay que levantar muros, sino tender puentes, porque vivimos en una sociedad conectada. En la primera reunión, que creo que será con el Gobierno Vasco, la Consejería de Salud llevará su plan de trabajo. También es cierto que en la cartera de servicios no lo tenemos todo y algunas cuestiones las derivamos a quien más sabe de esto, que pueden ser por ejemplo el hospital Miguel Servet de Zaragoza o Valdecilla en Santander. Creemos en la colaboración por encima de cualquier color.
¿Se construirá el helipuerto proyectado en su día en el San Pedro?
No es asunto que hayamos revisado aún. Pero si los profesionales lo plantean como una necesidad primordial, lo haremos, pero solo si se plantea en una mesa técnica como una exigencia básica para el mantenimiento del servicio. Entiendo que si no ha sido necesario durante todos estos años, podremos sobrevivir sin él. Juegos florales no vamos a hacer. Nuestro esfuerzo presupuestario tienen que ir a la atención directa y lo colateral deberá esperar.






