Al Calahorra no le dejan seguir
El Calahorra cayó eliminado de la Copa Federación después de perder por 1-0 en el Ciudad de Tudela. El Tudelano, con un gol de penalti en la recta final, mantiene vivo el sueño de la Copa del Rey, competición en la que los rojillos tenían depositadas muchas esperanzas. La Copa pasará de largo de La Planilla y lo hace no por demérito del conjunto riojabajeño sino por una más que discutida actuación arbitral de Aarón Suberbiola.
El colegiado aragonés lesionó los intereses del Calahorra. Primero al no decretar como penalti, a la hora de juego, un derribo en el área, innecesario, a José Ramón. Fue tan claro que se vio desde Logroño pero no en el Ciudad de Tudela.
Pero lo peor llegó en la recta final del encuentro cuando el árbitro decretó como pena máxima un tibio empujón a Obi. En ese mismo área, en la primera mitad, Chaco cayó a plomo como el ‘9’ blanquinegro. No fue falta como tampoco lo fue la que costó al Calahorra su eliminación.
Estos dos errores condicionaron la suerte de una eliminatoria en la que el Calahorra fue superior aunque le faltó hambre para rematar.
Los rojillos dominaron al Tudelano aunque sin atreverse a irse, con descaro, a por la victoria. Chaco fijó a los centrales navarro pero no encontró socios para aprovechar las buenas internadas de José Ramón. Y cuando lo intentó Jorge Fernández, le faltó capacidad de intimidación. El control riojano fue casi total aunque la ocasión más clara en la primera mitad la tuvo López, el mejor de los locales, con un remate mordido que obligó a Zabal a tirar de reflejos.
En la segunda mitad, los de Sola inclinaron al campo. Desde la estrategia, Chaco y Alberto marraron el gol. El primero se encontró con el oportunismo de Pagola y el segundo, en la continuación de la jugada, se topó con el larguero. Poco después, Jorge Fernández a balón parado trataba de sorprender sin suerte al arquero navarra.
Tras estos chispazos y el derribo de José Ramón en el área, el Calahorra sesteó y se dejó llevar hasta el punto que, desde la distancia, un centro chut de López obligó a intervenir al portero rojillo. El partido olía a prórroga hasta que, en el 84, Obi se inventó un penalti, el árbitro prosiguió con el engaño y Miguel Díaz burló a Zabal. El Calahorra, a casa, con cara de tonto.






