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Feli Agustín / Logroño
Atendemos el salvamento de personas, animales y bienes en cualquier tipo de siniestros». Alfredo Bazo, jefe del Cuerpo de Bomberos de Logroño, resume en una sola frase el trabajo de unos profesionales, en buena medida desconocido, cuya obligación va mucho más allá de apagar incendios.Y es que, según contó ayer en una visita guiada al parque, de los 1.500 salidas que realizan al año, solo una tercera parte, alrededor de 500, tienen como fin la extinción del fuego. Y muchos de ellos se producen en vegetación, como los ocasionados con las pelusas de los chopos, «que generan muchas salidas»; los hay en contenedores, y sobre un centenar se producen en viviendas.
Los bomberos de Logroño, que en el 25% de las ocasiones actúan en otros municipios de La Rioja, principalmente, aunque no solo, en los valles del Leza y del Iregua, el 1% de sus salidas tiene como destino Navarra, y alguna menos, Álava, son testigos directos de la evolución de los tiempos y los cambios sociales. Es por ello que el grueso de sus servicios se definen como rescates o salvamentos, centrados en las aperturas «urgentes» de puertas, actuaciones principalmente relacionadas con personas mayores, de las que hace tiempo se desconoce su paradero, se han caído o «se han quedado atascadas en el baño», una tipología que se ha triplicado en los últimos años.
El incremento es todavía más abultado en la retirada de enjambres de avispas o abejas, quizá, reflexiona Bazo, debido al cambio climático. Por contra, sus intervenciones en la carretera han descendido, consecuencia de la disminución de accidentes de tráfico y la mayor seguridad de los vehículos. Realizan, además, otro tipo de actuaciones, como saneamientos de fachadas, achiques de agua o caídas de árboles.
En un minuto
Sea la actuación que fuera, el tiempo medio en el que un bombero está preparado para salir es de un minuto; el de llegada, de 5,30, si se produce en el casco urbano de Logroño. Para ello disponen de 16 vehículos de diversas tipologías, desde ligeros a una lancha de salvamento o quitanieves; de un vehículo escala a un cisterna con un volumen de almacenaje de 12.000 litros, con capacidad para, en los incendios que se producen en fábricas, arrojar 1.500 litros de agua por minuto.
En el parque de Logroño siempre hay 8 bomberos, de los que, en los casos más habituales, salen seis a prestar servicio con dos vehículos; en los sucesos más serios, como incendios en industrias, la movilización concierne a siete bomberos y cuatro vehículos.
Hay, además, permanentemente, cinco de guardia, que han de estar en el parque en un máximo de 15 minutos.






