El arte como patria universal
El telón del teatro Bretón se abrirá con unos protagonistas de lujo estos sanmateos, el grupo catalán Els Joglars, que en sus más de 55 años de historia ha escrito páginas con letras mayúsculas en los escenarios nacionales.
Els Joglars, bajo la dirección de Ramon Fontserè, trae el próximo fin de semana -sábado y domingo, a las 9 de la noche- Señor Ruiseñor, una «una obra de actualidad que pone su gran dosis de humor, sátira, esperpento, ironía y guasa en el contexto del conflicto catalán, tratándolo con ingenio atrevimiento y mucha frescura».
«La obra trata sobre el conflicto político catalán con un enfoque humorístico», explican desde la compañía, que produce la obra con la colaboración del Teatro Calderón, Ministerio de Cultura-INAEM y Centro Dramático Nacional.
Señor Ruiseñor recrea la existencia del pintor Santiago Rusiñol (1861-1931), nacido en seno de la burguesía barcelonesa, cuyo carácter ingenioso y cosmopolita hace de él un referente de lo que los españoles consideran la Cataluña cívica, culta y abierta al mundo.
«Con el Señor Ruiseñor queremos reflexionar sobre la destrucción de unos conceptos de vida libre que no han sido sustituidos en la actualidad», explica el grupo de teatro, que apunta que «en Cataluña se ha arrancado o falseado el pasado y de esta manera se ha podido configurar un orden inventado; solo se utiliza la parte de conocimiento y de tradición que conviene para contar un relato sesgado.
«La obra es una reivindicación del arte como patria universal, a partir de Rusiñol, contra las patrias identitarias», explican Els Joglars que ven a Rusiñol como un artista de carácter ingenioso y cosmopolita, que representa la inducción a la vida alegre y sensual, el gusto por la belleza, la sutileza y el conocimiento. «Santiago Rusiñol -como dijo Josep Pla- fue un destructor de fanáticos que representó una sociedad de ciudadanos holgados y juiciosos a orillas del Mediterráneo», concluyen.






