Desmantelan dos talleres mecánicos ilegales en los polígonos La Portalada y Cantabria
El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil en La Rioja ha desmantelado dos talleres mecánicos «ilegales» ubicados en sendas naves de los polígonos industriales La Portalada y Cantabria de Logroño.
Según ha detallado este viernes la Benemérita en una nota, esta actuación se enmarca el operativo realizado en los polígonos industriales de Logroño para detectar «actividades ilegales» en talleres mecánicos y en centros autorizados de tratamiento de vehículos (CATV).
Los agentes han investigado el tráfico ilícito de vehículos a motor, el despiece de los mismos y el incumplimiento a la normativa sobre residuos, seguridad industrial, contaminación atmosférica, consumo y comercio, ley de aguas y otras materias.
En los dos talleres «ilegales» desmantelados se llevaba a cabo una gran actividad de trabajo relacionada con la reparación de vehículos a motor, sin poseer estos establecimientos los permisos y autorizaciones necesarios para realizar legalmente las tareas propias de este tipo de negocios, así como para la gestión de los residuos.
La Guardia Civil ha tramitado dos denuncias administrativas por infracciones graves y muy graves a la normativa industrial y medioambiental, que incluyen el precinto de las instalaciones por la administración competente.
Los propietarios de los talleres son dos varones españoles, de 44 y 51 años, respectivamente, y vecinos de las localidades riojanas de Albelda y Villamediana de Iregua.
Según la Benemérita, los talleres clandestinos usan recambios de «dudosa» procedencia o de segunda mano y no cuentan ni con el espacio, ni las herramientas, ni la cualificación y formación necesaria para llevar a cabo las reparaciones bajo unos mínimos controles de calidad y garantía.
Estas circunstancias suponen un «grave riesgo para la seguridad vial», sobre todo si se trata de piezas de mala calidad relacionadas con sistema de frenos y dirección del vehículo.
Por otro lado, la Guardia Civil ha alertado de que este tipo de establecimientos ponen en peligro el medio ambiente al incumplir la normativa que regula la gestión de residuos, es decir, el tratamiento inadecuado de los residuos tóxicos que se generan en la reparación de cualquier vehículo a motor (aceite residual, lubricantes de las cajas de cambio, pastillas de freno, filtros, neumáticos y baterías).






