«Es un gol que no se me va a olvidar»
Facu Ballardo (Quilmes, 1995), natural del Gran Buenos Aires, se siente argentino, vitoriano, después de formarse durante tres años en la cantera del Alavés y, desde hace un par de temporadas, «un jarrero más». Llegó a Alcalá de Henares a los 8 años («soy alcalaíno», recuerda), cuando Argentina se despertaba de un corralito que hoy amenaza con repetirse «y ahora va a ser peor».
El mediocampista, autor de doce goles (sin contar el del ascenso ante el Zamora que fue en propia puerta) el pasado año, es la imagen de un Haro que sonríe tras asaltar el pasado domingo Las Gaunas. Los blanquinegros, gracias a un gran gol del argentino, sumaron sus primeros tres puntos en su regreso a Segunda B, categoría en la que la entidad jarrera no quiere ser un convidado de piedra.
Facu, del fiasco de la segunda parte ante el Bilbao Athletic a la sobria imagen ante la UDL. ¿Qué ha pasado entre medias?
La semana se hizo muy larga, es cierto. Sabemos que cometimos fallos que no se pueden cometer en Segunda B. Lo hablamos con los compañeros y encontramos la clave. Tenemos que ser un equipo incómodo, difícil de jugar por dentro, haciendo transiciones rápidas y saliendo a la contra. Con el Bilbao Athletic las líneas se partieron y sus jugadores eran aviones.
El Haro lleva tres puntos insospechados en un inicio de liga terrorífico para ustedes con Bilbao Athletic, UDL y Burgos el sábado.
Nadie cuenta con estos puntos, está claro. En las apuestas salimos perdedores pero esto es fútbol. Se ve en Primera y en Segunda, imagínese en Segunda B. Tenemos que plantear los partidos a 90 minutos, defender muy bien y aprovechar las que tengamos porque no vamos a tener muchas. Hay que ser efectivos.
Golazo a pelota parada con el Athletic B y zurriagazo en Las Gaunas. Da la sensación que usted no sabe hacer goles normales.
Mi abuelo y mi viejo decían que goles son amores. Algunos son bonitos y otros feos, pero todos valen lo mismo.
¿Con cuál se queda?
Creo que con el de Las Gaunas porque valió 3 puntos. Es cierto que el del Athletic B fue en casa, ante mi familia, muy tempranero. Fue a pelota parada y fue bonito. Pero perdimos 1-4. Me quedo con el de Las Gaunas porque la agarré con el alma, no se me va a olvidar. Me recordó al gol que Josebita marcó en Zamora.
Fue de los últimos en renovar. Si tuvo dudas en su día, me imagino que se han disipado en estos 15 días.
Dudas no tuve porque tenía claro que quería renovar, porque habíamos hecho algo histórico y quería debutar en Segunda B con el equipo que ascendí. Pero es cierto que económicamente buscaba una mejora. Aposté por el Haro y por la mejora que tenemos día a día con mis compañeros, con la gente del club, de Haro…
El techo de una institución como el Haro, por presupuesto, institución, afición, es la Segunda B. ¿Se conforma con jugar en esta categoría o hay piernas y cabeza para más?
Soy joven y quiero jugar en Primera, es lógico. Sería cumplir un sueño que tengo de chico. Por eso lucho año tras año. Espero poder cumplirlo, la verdad, y llegar lo más alto posible con el Haro. Sé que hay que ser realistas y que el techo es la permanencia. Es lo primordial, salvarnos en un año que va a ser muy duro aunque la plantilla y el cuerpo técnico estamos preparados para sufrir.
En lo personal, ¿qué espera esta temporada?
Seguir creciendo, creo que es lo más importante. Se trata de ir día a día. No me fijo metas, sólo trabajar y correr para ayudar al Haro. No obstante, las metas están para romperlas.
Tras su paso por Las Gaunas, para la permanencia queda menos.
Nos quedan tres puntos menos para el objetivo. Creo que con 45 va a bastar para salvarnos.
El sábado toca el Burgos, uno de los favoritos al ‘play off’ pero que, de momento, tras empatar sus dos partidos, está por debajo de ustedes.
Es pronto, esto acaba de arrancar. No se puede analizar dónde va a estar cada equipo. El encuentro contra el Burgos creo que va a ser muy parecido al de la UDL. Tenemos que seguir en la misma línea. Esperamos poder dar otra alegría a nuestra gente y que mejor que hacerlo con otros tres puntos. Significaría seguir sumando y seguir soñando. Soñar en grande siempre es bonito.






