Un año complicado en el campo
Bárbara Moreno / Logroño
La falta de agua en algunas zonas de La Rioja se está traduciendo en un año «muy complicado para la agricultura». Así lo explica Pedro Martínez, miembro de la Comisión Permanente de la Unión de Agricultores y Ganaderos de La Rioja (UAGR), que están ya organizando las labores para comenzar a cosechar la almendra en especial en Rioja Baja, y ven que va a ser una cosecha mediana, y que en algunas zonas no van a coger nada.
Pero, la almendra no es el único cultivo que va a ver mermada la producción, Martínez explica que la viña va a tener mucha menos producción, «porque va a pesar mucho menos la uva», indica que hay zonas donde ya están empezándolo a pasar mal por la falta de agua de los últimos días», refiriéndose a zonas de secano, y de Rioja Baja. «La cosecha va a ser corta», añade.
En cualquier caso, a pesar de que la producción va a ser menor, desde los servicios de estadística de la Consejería de Agricultura informaban la semana pasada que, «si se cumplen los pronósticos se recogerán unas uvas de excelente calidad, gracias al buen estado sanitario de los viñedos y también, a una carga moderada». También informaban precisamente de que la meteorología está colaborando, «gracias a una amplitud térmica diaria que conforme a esta época va a agrandándose, favoreciendo una maduración de calidad».
Y, por otro lado, Pedro Martínez explica que la producción del cereal ha sido un desastre, y que la oliva va a tener una cosecha «muy muy mala».
La oliva se cosecha en unos meses, «pero ya se ve que no hay oliva en los árboles, y se debe más a los días de tan altas temperaturas que hubo cuando estaba la flor ya fuera y se cayó». «La oliva va a ser un desastre», reitera Martínez. A lo que añade que otros cultivos como la fruta, en concreto la ciruela, se vieron seriamente dañados por el granizo en zonas de Rioja Baja.
«Es que este año hemos tenido de todo», lamenta. Sin embargo, en zonas de Rioja Alta, la ciruela ha tenido cosecha abundante en kilos con alta presencia de calibres medianos, según explicaban los servicios de estadística de la Consejería de Agricultura la semana pasada.
Y con todo, «este año está siendo raro, desigual, y en definitiva, muy complicado», sentencia el experto.
Los pantanos siguen bajando
El agua embalsada sigue bajando en los pantanos de La Rioja y el caudal de los ríos también. Según los datos aportados ayer por la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), los embalses están al 38,2 por ciento.
En el caso de Mansilla, que está al 51,1 por ciento, ha perdido un 2 por ciento de volumen en una semana, y respecto a hace un año está un 4,2 por ciento más bajo. En el caso de Pajares, que está al 30,7 por ciento de capacidad, ha perdido un 0,32%, y cuenta con un 8,2% menos que hace un año. Y, en el caso del pantano González Lacasa, está un 1,1% más bajo que el año pasado y un 6,48% más bajo que hace un año.
Agosto fue más seco de lo normal
Agosto ha cerrado en La Rioja como un mes con menos precipitación de lo normal, en especial en la zona del Valle del Ebro, donde ha llovido entre 16 y 17 milímetros, y, según el delegado territorial de la Agencia Estatal de Meteorología, José Antonio Pellitero, lo normal está en unos 20 ml.
Sin embargo, en la Ibérica, tomando como ejemplo Anguiano, con 33,8 ml, ha llovido más o menos lo mismo que un año normal.
Mientras, julio fue de húmedo a muy húmedo, en especial en la zona del Rioja alta. Así y con todo, la peor parte parece que se la está llevando Rioja Baja.






