La guerra interna acaba con la gestora de Podemos
EFE / logroño
Dos miembros del Equipo Técnico de Podemos La Rioja, Francisco Garrido y Miguel Reinares, presentaron este viernes su dimisión por no querer ser «cómplices» del «chantaje» de su diputada, Raquel Romero, a la presidenta del Gobierno riojano, la socialista Concha Andreu, para ser consejera. Garrido, exsecretario general de Podemos en La Rioja, confirmó a Efe su dimisión así como la de Reinares, hasta ahora portavoz de Comunicación; otras dos miembros del Equipo Técnico, sus concejalas de Logroño, Amaya Castro; y de Haro, Arancha Carrero, están a expensas de lo que diga la dirección nacional.
Por ello, Raquel Romero, que este viernes tomó posesión como consejera de Participación, Derechos Humanos y Cooperación en el Gobierno riojano, es la única que sigue en el Comité Técnico, órgano de dirección del partido en La Rioja.
Garrido envió una carta abierta a los inscritos de Podemos en La Rioja, en la que asegura haber recibido apoyo desde la dirección nacional y califica la elección de Romero como consejera como un acto de «transfuguismo político». En esa carta, firmada por el Equipo Técnico de Podemos en La Rioja, se afirma que los últimos meses han sido «difíciles y convulsos», en referencia al proceso de la firma del pacto firmado por el PSOE, Podemos-Equo e IU para la formación del Gobierno regional. El Equipo Técnico, el día 24, propuso como consejera a Nazaret Martín, que renunció cuatro días después; y el jueves planteó el nombre de Amalia Revuelta, en una reunión a la que Romero no dio validez; y Andreu apostó por esta última al dar «estabilidad» al Gobierno.
En la carta, se acusa a Romero de «suplantar» a Podemos La Rioja y hacerse cargo de sus cuentas de correo electrónico y entregar un documento «falso» a Andreu, en el que decía que el partido la nombraba consejera. Se afirma que Andreu «lo sabe y fue consciente del chantaje de Romero y el valor de su voto, y dio por válido el documento falso». En la carta detallan que no están dispuestos «a ser cómplices del chantaje de Romero a Andreu» ni del propósito del secretario general del PSOE riojano, Francisco Ocón, de «destrozar» Podemos.
Inciden en que «no es un Gobierno de coalición porque no hay consejería de Podemos» sino «una consejera que no ha elegido Podemos, la ha elegido el PSOE», en un acto de «transfugismo político sin precedentes en La Rioja». «Nos vamos ya», con el «aliento, respaldo y apoyo de Podemos Estatal» y «hacemos responsables de cuanto suceda al Consejo de Gobierno -de La Rioja- y al PSOE», puntualiza.
Garrido, en la carta, asegura que Romero fue una candidata a la Presidencia del Gobierno de La Rioja «desconocida e impuesta» y, tras el resultado electoral, aceptó la propuesta de esta diputada de recibir el asesoramiento de un grupo de personas de Castilla-La Mancha en la negociación con el PSOE para la formación de un futuro Gobierno. Para él, tanto Romero como el resto de negociadores «se centraron en conseguir puestos en la administración», que cifró en dos consejerías y una vicepresidencia.
«El Equipo Técnico, máximo órgano de dirección en Podemos, pidió a su diputada un cambio en la estrategia negociadora», y responsabiliza a Romero de no hacerlo y «consumar su amenaza: votar en contra de la investidura de la socialista Concha Andreu» en julio.
Asegura que en la negociación en julio, ese equipo negociador quería «llegar a las instituciones de La Rioja para obtener una posición de poder con la que enfrentar a nuestra estructura autonómica con Podemos Estatal, así como «conseguir remuneraciones económicas».
En la segunda negociación de agosto -añade- el Equipo Técnico decidió asumir en primera persona las conversaciones con el PSOE y presentó un documento programático, pero Romero y sus asesores «volvieron a exigir una vicepresidencia y una consejería».
Fue entonces cuando los dirigentes de Podemos La Rioja se «plantaron». Además, incide en que «se puso una línea roja a Romero», que era que «los negociadores de Castilla La Mancha tenían que abandonar La Rioja o, al menos, no entrar en la estructura del Gobierno regional». Romero, según se detalla en la carta, aceptó la condición, pero propuso integrar a sus asesores en el Parlamento de La Rioja, algo que respetó la dirección de Podemos, que propuso a Nazaret Martín como futura consejera.
Sin embargo, precisa que Romero «descubrió» que no tenía facultad para contratar personal en el Grupo Parlamentario porque necesitaba la autorización de Podemos Estatal, por lo que exigió que sus asesores se integraran en la Consejería de Martín, a lo que esta no accedió. Por ello, Romero «rompió» el acuerdo del Equipo Técnico y «se opuso a la decisión tomada por unanimidad, ya que ella también había votado a favor del nombramiento de Nazaret Martín».






