La consolidación rojilla ya está en marcha
La Planilla ha vuelto lucir como campo de Segunda B después de que a las 19.30 horas el Calahorra de Miguel Sola echara a rodar. Por delante, seis semanas para llenar las reservas físicas y cargarse de ilusiones futbolísticas de cara al estreno con el Real Unión.
La entidad rojilla, por segundo año consecutivo, vuelve a presumir de ser equipo de Segunda B y el objetivo no es otro que establecerse de forma permanente en la división de bronce. Los segundos años nunca fueron fáciles pero el Calahorra mantiene la columna del pasado año y ha acudido al mercado en busca de experiencia, calidad y seguridad defensiva, el gran hándicap la temporada pasada.
Para ello el técnico navarro vuelve a contar con una plantilla profunda a la que sólo le faltan un par de retoques en forma de sub’23. Y, si estos no llegan o no convencen, jugadores como Bruno Meoqui, Adrián González, Imanol Arana o el riojano Raúl Rodríguez -todos con ficha en el Calahorra B y que entrenarán con el primer equipo- reclamarán una oportunidad.
La tarde ha sido la de los reencuentros. Los Zabal, Emilio, Goñi, etc. se reunieron con los Carralero, Manjón y compañía. A ellos se sumaron los recién llegados como Kamal, Alberto González o Julen Arellano. Sólo faltó Chaco, con permiso con el club para reincorporarse más tarde. Sobre el impecable césped de La Planilla se ejercitó Javi Barrio, que si se recupera satisfactoriamente tendrá sitio en la plantilla en enero.
A los regresos se sumó Germán Idoate, que de nuevo se complementará con Miguel Sola. El navarro se mostró más que satisfecho con el regreso del ex de la Mutilvera.
La consolidación rojilla ya está en marcha.






