Llamada a la memoria y dignidad en recuerdo a Miguel Ángel Blanco
Efe / Logroño
Un acto celebrado el jueves en Logroño recordó el vigésimo segundo aniversario del asesinato, por parte de ETA, del concejal de Ermua Miguel Ángel Blanco, con una llamada a la «memoria, justicia, verdad y dignidad». Con estas palabras concluyó el alcalde de Logroño, Pablo Hermoso de Mendoza, su intervención en este acto, en el que leyó un manifiesto de la Fundación de Víctimas del Terrorismo. Al acto acudieron también, entre otros, los presidentes del Ejecutivo riojano en funciones, José Ignacio Ceniceros, y del Parlamento regional, Jesús María García.
En esta iniciativa, celebrada en el Paseo del Espolón, Hermoso de Mendoza señaló la necesidad de explicar a los jóvenes quién fue Miguel Ángel Blanco, lo que significó su secuestro y asesinato y cómo surgió una nueva conciencia ciudadana que lucha contra el terrorismo, el ‘espíritu de Ermua’, municipio vasco del que era concejal.
Un 12 de julio, relató, ETA asesinó a un joven indefenso desoyendo a la sociedad y «nada volvió a ser igual en la lucha antiterrorista después de aquellos días, por eso son parte de la memoria colectiva como país». «Nos manifestamos juntos frente a la barbarie, unidos por la defensa de la vida y la libertad más allá de nuestras diferencias», remarcó el regidor, quien resaltó que la voz de las manos blancas es «a historia de un proyecto exitoso de paz, estabilidad y valores compartidos». Esta historia, «se integra en el profundo significado de las víctimas del terrorismo que, como Miguel Ángel Blanco, son referentes éticos y políticos de lo mejor» que la sociedad española ha sido capaz de construir junta. «Es necesario seguir guiándonos por el significado ético y político de las víctimas del terrorismo y hacer llegar su testimonio y su valor democrático a los más jóvenes», dijo, para hacerles entender que «la utilización de la violencia para obtener fines políticos dinamita la convivencia y la democracia constitucional, y jamás está justificada». Una vez concluida la lectura del manifiesto, se guardó un minuto de silencio, tras el que se depositaron ramos de flores en el Monumento a las Víctimas del Terrorismo.
Perder el miedo
El presidente de la Asociación Riojana de Víctimas del Terrorismo (ARVT), Gerónimo López, apuntó que este asesinato marcó el principio del fin de ETA, ya que hizo que la sociedad perdiese el miedo a salir a la calle y a expresar lo que sentía de verdad.
«Hasta entonces, las manifestaciones que había eran tímidas, sobre todo en el País Vasco y en Navarra, donde costaba mucho movilizar a los ciudadanos», pero, «a partir de ese momento, se perdió el miedo y todos los ciudadanos salían a la calle a protestar y en defensa de las víctimas del terrorismo, de la paz y de la disolución de ETA», recordó. Resaltó que, a pesar de la disolución de ETA, «quedan muchas cosas pendientes, sobre todo, el relato, que es muy importante que se escriba tal y como sucedió, que haya asesinados, asesinos y víctimas» e incidió en la iniciativa que se puso en marcha en La Rioja hace dos años de llevar los testimonios de víctimas a los centros de Secundaria, en los que estas expresan de a los alumnos sus vivencias, que «es la única forma de que los jóvenes conozcan lo que verdaderamente ocurrió».






