«Quiero un Logroño abierto y cosmopolita»
Gustavo Basurto / Logroño
Primera semana en el sillón municipal. El nuevo alcalde de Logroño, Pablo Hermoso de Mendoza (Logroño, 1972) anticipa algunas de las ideas que pretende llevar a la práctica, en una legislatura que exigirá disposición para el diálogo y talante negociador.
En menos de medio año ha ganado las primarias del PSOE y se ha convertido en alcalde de Logroño, todo ello sin apenas experiencia política. ¿Cuál es la fórmula de ese éxito?
Ni el éxito ni el mérito son míos, sino de un partido que lee lo que está pasando en la sociedad a nivel nacional, se abre, incorpora a gente y traslada el mensaje de que hay muchas sensibilidades que quizás no estaban suficientemente recogidas. Eso fue calando en las estructuras regionales y locales y permitió que un militante de base pudiera presentarse, que mucha gente se acercase y ampliar el conjunto de sensibilidades progresistas. Hemos trasladado que había una opción de cambio cabal, razonada y moderada y un equipo con un equilibrio entre gente de partido y gente profesional que puede dar un nuevo impulso.
Usted procede del mundo de la empresa. ¿Piensa aplicar en el Ayuntamiento algo de lo aprendido en la gestión empresarial?
El Ayuntamiento son más de 900 trabajadores, un conjunto de servicios que hay que ofrecer a 150.000 personas y un organismo que tiene que estar en la cercanía diaria. Los elementos de análisis, evaluación y gestión de un equipo son importantes y eso también se pueden aplicar en un ayuntamiento, que tiene sus singularidades pero también estamos hablando de una gran empresa colectiva, en el sentido de un empeño colectivo, de un montón de gente que sirve a los ciudadanos.
Su equipo de Gobierno ya está conformado. ¿Hay previstos cambios en segundos niveles?
Vamos a incorporar perfiles específicos en grandes áreas y ahí habrá incorporaciones significativas.
No parece que haya tenido grandes problemas para negociar con el PR y Unidas Podemos un Gobierno tripartito. ¿Espera una legislatura plácida?
Supongo que la legislatura tendrá sus momentos complicados y que cada cual tiene su visión de las cosas, pero el punto de partida es un pilar muy sólido, porque hay un gran deseo de cambio en la ciudad, después de ocho años de gobierno del Partido Popular en cuanto a la forma de hacer las cosas, el tono y las maneras. Y hay coherencia en el Gobierno que se ha conformado. José Manuel Zúñiga, que lleva mucho tiempo defendiendo el desarrollo sostenible, encaja perfectamente en ese objetivo de caminar hacia la Capitalidad Verde Europea. Y Rubén Antoñanzas, que es muy dinámico y sensato, puede dar ese apoyo al deporte desde la base hasta el de élite.
¿Y cómo prevé las relaciones con la oposición?
No soy partidario de una política de bloques y creo que la conversación con Ciudadanos y el Partido Popular durante la legislatura puede dar frutos. En los procesos de creación económica, Ciudadanos tiene cosas que aportar, porque esta Comunidad necesita crear economía, y hay elementos como el Plan General, que determina cómo planificamos la ciudad para los próximos veinte años, que hay que hacerlos con el acuerdo del PP; y ese será mi empeño.
La primera prueba de fuego pueden ser los presupuestos.
Estamos en junio ya y hay poco margen para variar cosas; tenemos que darle una continuidad administrativa y organizativa al Ayuntamiento y preparar ya el presupuesto de 2020.
Muchos de los proyectos de futuro para la ciudad dependen del Gobierno central. ¿Hay que esperar a que Sánchez forme nuevo gobierno para pedir reuniones?
Estar alineadas las administraciones nacional, regional y local es importante, porque facilitará algunas cosas. Espero que tanto con Concha Andreu, como presidenta del Gobierno de La Rioja, como en Madrid, podamos llegar a un acuerdo para que la aportación del Ayuntamiento al soterramiento sea razonable pero no tan importante como está siendo, porque eso nos está limitando mucho. Es razonable esperar a que estén constituidos los nuevos gobiernos nacional y regional y podamos tener una continuidad en las conversaciones. Tenemos que trabajar mucho con la mirada en Madrid, porque hay muchos organismos donde es posible obtener financiación presentando buenos proyectos, en temas de transición ecológica, sociales, de igualdad… La búsqueda de fondos nacionales y europeos debe de ser proactiva.
¿Algún proyecto ya en mente?
Estamos en ese proceso de identificación de personas y de fondos, pero hasta que no haya nuevo gobierno es difícil. Creo que será entre septiembre y diciembre como podamos darle forma a todo ello.
¿Cómo espera convencer a los gobiernos regional y central para reducir la aportación económica del Ayuntamiento al soterramiento?
Poniendo sobre la mesa las cuestiones que se han ido haciendo. Desde 2002, con diferentes administraciones, somos un ayuntamiento que ha cumplido con seriedad y ha devuelto sus préstamos y está haciendo las tareas. El primer punto de partida es que somos un ayuntamiento serio. Creo que es posible pensar que podamos tener esa ayuda que permita avanzar un poco más rápido.
¿Se mantendrá la ordenación urbanística prevista en los terrenos del soterramiento?
Hay un acuerdo en que la ciudad no debe desparramarse, en que tenemos que hacer una ciudad compacta, rehabilitar partes de la ciudad que están más degradadas, como el centro histórico. En principio, lo que está planificado está hecho de forma razonable. Cierto es que en una situación de bonanza se pensaba que la venta de los terrenos iba a dar grandes plusvalías para financiar todo lo previsto y eso ahora no es así.
¿Se sabe cuándo saldrán a la venta esos solares?
Tenemos que verlo, pero lleva su proceso y seguirá su curso. Creo que no hay una presión excesiva en Logroño por esa demanda. Lo que sí es necesario es una vivienda de otro tipo. Hay una demanda de alquiler, de precios más moderados, quizás en un sector como el centro histórico. Y en eso debemos trabajar, para promover desde el Ayuntamiento junto con la iniciativa privada actuaciones en el centro histórico para que jóvenes o parejas que inician su vida en común puedan obtener vivienda a precios razonables.
¿De qué manera puede intervenir el Ayuntamiento para acelerar la rehabilitación del centro histórico?
El Ayuntamiento hizo una buena labor en la compra de solares, en las permutas, de cara a la rehabilitación del centro histórico. Eso se frenó por la crisis y ahora es el momento en que se puede volver a estimular. Hay que hacer actuaciones para que la vida en ese espacio de la ciudad sea cómoda y actuar en temas como los ruidos, dotaciones sociales…Nos vamos a empeñar en ello.
En esa zona está el Centro de la Cultura del Rioja, que sigue cerrado. ¿Piensa abrirlo en breve?
Logroño es una enópolis y si algo tenemos de singular y estratégico es nuestra vinculación con el campo y el mundo del vino. Somos cuatro millones de cepas de vid, más de mil hectáreas de viñedo, en el centro hay calados históricos, tenemos un Instituto de las Ciencias de la Vid y el Vino, dos universidades que investigan y un Centro de la Cultura del Rioja, que hay que ver cómo encaja en esa visión para que sea un elemento tractor; quizás de formación o de turismo o ambas. Tenemos que analizar el proyecto con el sector, con las 15 bodegas que hay en Logroño y ver el encaje que el CCR tiene en una visión estratégica y global.
¿Qué imagen debe vender Logroño para atraer más turistas?
Primero hablaría de qué tipo de turismo queremos atraer. Está el turismo tipo Magaluf y el que ama el arte, la literatura, tomar una buena copa de vino, un turismo cultural y patrimonial o paisajístico…El sector reclama una conversación intensa sobre evidencias antes de empezar con ocurrencias. Hay gente que está haciendo de la excelencia un emblema. Esta ciudad ha conseguido en poco tiempo dos estrellas Michelin y cualquiera que pasea por El Cortijo o Varea puede ver una huerta excepcional y única. Tenemos modos de vida muy apreciados, vamos a tener un hotel de cinco estrellas, tenemos un campo de golf…Hay mucho que hacer en promoción vinculada a un turismo de calidad, de alto poder adquisitivo, que puede venir de Estados Unidos, de China o de otros lugares, que van a la Toscana o a Provenza y pueden llegar también aquí. Esto queremos hacerlo junto con el sector, que es el que invierte, y dotarnos internamente de gente que sepa de turismo. Logroño es una parte dentro de una estrategia regional y la coordinación con el Gobierno de La Rioja debe de ser total.
Ha hecho mucho hincapié en la necesidad de atraer industrias. El polígono de las Cañas está casi vacío. ¿Cómo piensa darle vida?
Tenemos que ver por qué un polígono como Las Cañas, pero también otros, no es atractivo; si es por una cuestión de precios o de diseño. Creo que ese polígono estaba pensado para grandes industrias transformadoras, pesadas, y ahora estamos en otro momento económico en el que quizás esas necesidades no están vinculadas a esos grandes espacios. Debemos hablar con la Junta de Compensación y con los sectores para conocer sus necesidades y acomodarnos a ello. Tenemos dentro de la ciudad PERIS industriales que están por definir y debemos pensar con cuidado las necesidades de un sector industrial que ya no es tan pesado y requiere también servicios y espacios expositivos. Eso requiere también una conversación con la FER que no sea solo para sacarse una foto. He estado diez años en la FER, algo conozco, y será uno de los asuntos importantes dentro del diálogo social con empresarios y sindicatos.
Usted incide en el concepto de ciudad tecnológica. ¿Es recuperable el proyecto del parque digital?
Lo que estamos viendo en estos primeros días es que es posible aplicar la tecnología en el Ayuntamiento para que los procesos internos mejoren para facilitar las tareas. El funcionario demanda herramientas útiles para dar un servicio más ágil. Por otro lado, tenemos sectores como el de las tecnologías de la información y la comunicación que están creciendo mucho, gente está haciendo proyectos de vanguardia en movilidad, inteligencia artificial, tecnologías del lenguaje, big data, learning analytics o cloud computing, que integran conocimiento. Tenemos la suerte de tener empresas de este tipo que han nacido aquí, que pueden crecer y demandan elementos relacionados con el espacio. Hay una conversación pendiente con el sector, que tiene necesidades de espacio y de estar juntos para desarrollar proyectos que necesitan masa crítica suficiente.
Entre sus prioridades ha citado la movilidad sostenible. ¿En qué se traducirá ese objetivo?
Tenemos que integrar cosas. Urbanismo, movilidad, medio ambiente e incluso arquitectura deberían estar integrados. Jaime Caballero (el concejal de Desarrollo Urbano Sostenible) tiene esa visión global. Tenemos como objetivo caminar hacia la Capitalidad Verde Europea, como lo han hecho Vitoria y otras ciudades, y otros objetivos en adaptación al cambio climático, gestión de movilidad…una visión integrada que hace cuando tengamos que mirar temas como la movilidad, peatonalizaciones, los carriles bici o el ruido, se haga desde esa visión global. Ya había un plan, pero no se ha ejecutado o se ha hecho de forma débil.
¿Se mantendrá como estaba previsto el proyecto de la Casa de las Letras o cambiará algo?
Tenemos que mirarlo y hablar con los grupos políticos, porque hay una inversión importante, de más de dos millones de euros entre construcción y mantenimiento. Si el objetivo es promover la lectura, hay muchas formas de hacerlo en los barrios de otra manera. Además, en ese espacio céntrico los vecinos no lo reclaman con intensidad. Quiero que nos demos un tiempo para analizar la utilidad y pertinencia de ese proyecto, ver los compromisos adquiridos y valorar si ese es el mejor medio para llevar adelante esa aspiración interesante para la ciudad. Todavía no lo tengo claro.
¿Alguno de los proyectos iniciados por el anterior equipo de Cuca Gamarra se reconsiderará?
En principio, hemos trasladado como crítica que no ha habido un compromiso con acabar cosas. No es cuestión de prometer, sino de acabar todo lo que está. Ahí están el solar de Maristas, el Mercado de San Blas, los juzgados, el Teatro Bretón… Hay que remangarse, entrar a fondo en los detalles y perseverar. Sé que no es fácil, porque hay procesos que llevan su tiempo, pero después de ocho años veo que hay muchos temas que hay que terminar. Pero no tenemos intención de caer en la tentación de cuestionar todo lo que ha hecho la anterior corporación. Se han hecho cosas bien, otras que hay que acabar y alguna que no entiendo muy bien.
En materia cultural, ¿el punto fuerte será ampliación del Teatro Bretón o hay otros planes?
La ampliación del Teatro Bretón, emblema de la ciudad, tiene toda la lógica del mundo. Se ha trabajado bien y lo que tenemos que hacer es abordarlo. ¿Otras dotaciones culturales? Quizás tenemos que trasladar la idea de una perspectiva integrada de los diferentes elementos culturales, como el Teatro Bretón, la Casa de las Ciencias, la biblioteca Rafael Azcona o la sala Amós Salvador.
El empresario Félix Revuelta busca suelo para su proyecto de Ciudad Deportiva. ¿Cómo ve ese proyecto?
Tenemos que hablar. Cuando ves más de diez mil personas en Las Gaunas emocionarse con la UDL es un indicador claro de que la ciudad tiene el deseo de tener un equipo de fútbol que prospere. Y tenemos que hablar con quien está apostando por ello. Dentro del equipo de Gobierno el Partido Riojano lleva el área de deportes y me gustaría que pudiéramos tener una conversación con Félix Revuelta para ver lo que plantea. Sin descuidar otras cosas, porque tenemos que cuidar también el deporte base y hay otros deportes que están haciendo las cosas muy bien.
Como síntesis de todos sus objetivos de gobierno. ¿Qué adjetivo le pondría al Logroño que quiere conseguir?
Abierto y cosmopolita. Abierto en el sentido de que hay hombres y mujeres que crean y que creen. Tenemos que desplegar una sólida confianza en nosotros mismos y hay muchas personas que están haciendo proyectos maravillosos y eso debe contarse. No debemos buscar excusas para pensar que una ciudad como Logroño no puede ambicionar logros importantes. Y debemos acercarnos al talento y aprender mucho. Si somos capaces de ensamblar como ciudad todas estas cosas, podemos conseguir grandes metas. Soy miembro de la Academia Riojana de Gastronomía y España consiguió ser hace unos años ser el foco de vanguardia de la mejor gastronomía del mundo. Y eso se debe a la libertad de crear, que permitió superar a Francia y a otros países. Si algo tiene que definir esta época es la apertura y que la gente pueda crear en libertad, con independencia de su adscripción política. Se acabó lo de conmigo o contra mí.






