Si no se logra un cambio en las posturas iniciales, la comunidad franciscana de Santa María la Real abandonará el monasterio en cuestión de semanas. Un recinto emblemático al que llegaron en 1895 para convertirse en custodios de uno de los patrimonios nacionales más relevantes de La Rioja. Según señaló a este diario uno de sus monjes, los cuatro religiosos que quedan en la antigua capital del Reino de Navarra podrían ser distribuidos por otros monasterios del norte de España.
Al parecer, la decisión de salir del monasterio najerino la ha tomado el superior de la orden franciscana, con sede en Aránzazu (Vizcaya), según han confirmado fuentes solventes de de la ciudad, y se habría decidido por la falta de vocaciones y la consecuente disminución de la congregación religiosa. El mensaje que se les habría transmitido a los cuatro frailes franciscanos que viven en el histórico edificio, es que en enero acudirá el ‘visitador’ de la orden para iniciar el abandono. Los cuatro franciscanos irán destinados a otros dos lugares: a Aránzazu (Guipúzcoa) y a Liébana (Cantabria). Al monasterio santanderino fue trasladado desde Nájera su superior actual.
La noticia se ha filtrado en las redes sociales y ha causado una gran inquietud entre los vecinos que han tenido conocimiento de ella. La comunidad franciscana es la encargada de custodiar el monasterio, pero también de darle vida con sus actividades y de atender numerosas parroquias de la comarca.
